Un año de ensueño en Girona
Su rol, algo secundario con el Barça, dio un giro de 180 grados en Girona. En 2006 aterrizó en el Akasvayu donde, un año después, se convirtió en un gigante en la pintura. En la campaña 2007-08 logró ser el mejor de la jornada en 11 ocasiones, superando el récord de Arvydas Sabonis. Y claro, con ese temporadón, fue el MVP del curso liguero tras promediar 16,6 puntos, 8,4 rebotes y 1,8 tapones para 28,2 de valoración.