Una dura prueba de recuperación para el Madrid

Del agobio, de las cinco derrotas en los ocho primeros partidos oficiales de la temporada; al pequeño respiro tras enlazar dos victorias frente al Panathiniakos griego (90-86), en la reedición de la última final de la Euroliga, y contra el Bàsquet Girona (95-67) en el día de la cantera blanca en la Liga Endesa. Ambos triunfos, en casa, en un WiZink Center que, a pesar de lo errático de este inicio de curso, se mantiene inexpugnable: cuatro de cuatro.

La número cinco puede caer este jueves (las 20:45, horas, #Vamos) frente a un peligroso rival (quién no lo es en la actual Euroliga), el líder Estrella Roja. Los serbios llegan con un balance de 3-1 tras perder en la pasada jornada en el infierno del Belgrado Arena ante el Barcelona en la prórroga. Sería la tercera victoria seguida de los blancos. “No me fijo en eso. Solo pienso en el siguiente partido y tenemos que sacarlo”, asegura Chus Mateo.

A pesar de esa aparente indiferencia, el entrenador blanco es consciente de que ganar da alas a sus jugadores tras los malos pasos iniciales de la campaña: “Ayuda a construir porque si no sumas, hay cierto estado de ansiedad y puede llevarte al error. Tenemos que evitarlo jugando y haciéndolo como en los últimos días, jugada a jugada, no querer correr antes de andar, y a veces no lo hemos leído bien”.

El Estrella Roja es un rival diferente al de las pasadas ediciones. Con la llegada de Mike Daum, Isaiah Canaan, Nikola Kalinic y Codi Miller-­McIntyre, el conjunto serbio ha elevado de manera exponencial su calidad, sus opciones de clasificarse para los cuartos por primera vez desde que se instauró el sistema de todos contra todos en la máxima competición continental. Y de alcanzar por segunda ocasión balance positivo. La anterior fue hace siete años... y por poco, 16-14.

“Siempre es difícil jugar en Madrid. Lo más importante es luchar por cada posesión, por cada balón”, analizó Ioannis Sfairopoulos, técnico del Estrella Roja, que no contará con Joel Bolomboy (rodilla derecha) y que ha recuperado al pívot Filip Petrusev, cedido desde el Olympiacos.

En el Madrid, Dzanan Musa jugará tras torcerse el tobillo ante el Girona. Garuba y Feliz seguirán de baja. Mientras que los blancos no quitan los ojos del mercado: “Debemos estar por si es conveniente reforzarse (...). Veremos lo que pasa en el futuro”, subrayó Mateo.

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