Una amenaza llamada Maledon

A un par de segundos para que acabara el Clásico del Palau, el jueves, el Real Madrid perdía por tres puntos después de un duelo abrasivo y se asomaba a un abismo desconocido en la Euroliga: una derrota le habría enviado a un balance de 5-7 con un 0-6 fuera de casa. Entonces llegó el triple de Facundo Campazzo, la puerta a dos prórrogas de las que emergió con victoria ese Madrid con dos caras en Europa: 5-1 en su pista, 1-5 lejos de ella. En una de las salidas más difíciles, por el extra que pone una rivalidad histórica, el Real Madrid se estrenó fuera de casa antes de que la derrota del domingo en Badalona le recordara que tiene mucho trabajo por delante: ocho partidos perdidos ya lejos del WiZink Center entre Liga y Euroliga (2-8), los mismos que en toda la temporada pasada.

El equipo de Chus Mateo espera que un triunfo de tanto calado anímico como el de Barcelona sirva como punto de partida. Es un momento idóneo: llega un diciembre con seis partidos en 22 días, incluidas dos semanas de jornada doble, de la que saldrán los equipos con más de media fase regular completada. Ahí ya no habrá misterios y sí motivos de peso para el optimismo... o el pesimismo. El Madrid visita al ASVEL hoy en Lyon y recibe el jueves al Fenerbahçe antes de un duelo tremendo en ACB, el domingo, contra el Unicaja. El resto del mes en Euroliga incluye recibir al competitivo Zalgiris, visitar al supersónico Paris Basketball que es la revelación del curso y líder en su primer año en la competición y jugar en casa con el durísimo Mónaco y en Berlín contra el débil Alba.

En un simple vistazo, parece claro que las visitas a Lyon y Berlín son grandes oportunidades para apilar más buenas noticias a domicilio. Pero el partido de hoy es peligroso: el ASVEL es decimosexto pero está 4-8, con solo dos derrotas más que los blancos. Lleva dos victorias seguidas en su pista, la última una exhibición contar el mismo Efes que ganó en el WiZink, y ha perdido partidos en los que ha competido hasta el final en salidas tan duras como Barcelona o El Pireo.

Este ASVEL es más competitivo que el de temporadas pasadas, con una base de jugadores franceses que incluye a clásicos como el gran Nando De Colo y Joffrey Lauvergne y a una de las grandes estrellas, por ahora, del curso, el explosivo base Theo Maledon, que tiene solo 23 años y que está relanzado su todavía corta carrera después de un paso difícil por la NBA.

“Lo que le pasó en la NBA fue muy desafortunado”, dijo su compatriota Evan Fournier después de que Maledon hiciera sudar tinta en Atenas (94-92) al poderoso Olympiacos (31 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias). “Siempre quiere matar al equipo que tiene enfrente. Esa es su mentalidad, seguro que se siente el mejor jugador de la Euroliga. Se merece todo lo bueno que le pase”. Después de doce años en la NBA, Fournier sabe que no basta el talento para triunfar en ese lado del Atlántico. El contexto también cuenta: Maledon (número 34 del draft de 2020) jugó con solo 19 años una primera temporada muy prometedora con unos Thunder en plena reconstrucción y que no paraban de mover piezas (10,1 puntos y 3,5 asistencias por partido). Pero, después, en lugar de progresar fue perdiendo el sitio y acabó metido en traspasos, contratos no garantizados y despidos (jugó en los Hornets y cuatro partidos con los Suns) antes de decidir, el pasado verano, regresar a casa para reiniciar su carrera.

Y ha sido un acierto: en Euroliga promedia 17,6 puntos, 4,2 rebotes y 4,5 asistencias para 21,8 de valoración. Ha sido dos veces ya Jugador de la Semana (una compartida con TJ Shorts, el motor rugiente del Paris Basketball) y en los últimos cuatro partidos se dispara a 24,5 puntos, 4,2 rebotes y 6 asistencias para 31,7 de valoración. Los equipos españoles ya han sufrido su combinación de físico, energía y talento: 36 de valoración en la victoria del ASVEL contra el Baskonia (25 puntos y 6 rebotes) y 21 en el susto del Palau (21 puntos).

Maledon fue una gran promesa del baloncesto europeo: oro en el Europeo Sub-16, plata en el Mundial Sub-17 de 2018, MVP del Adidas Next Generation de Hospitalet y all star de la Liga francesa con solo 17 años. En 2019 debutó en la Euroliga… y meses después inició una aventura NBA que empezó de forma prometedora pero acabó demasiado rápido. Ahora, visto su excepcional nivel en este curso de vuelta en Europa, no es difícil imaginar que las franquicias estadounidenses volverán a poner la vista en él. Mientras, se está confirmando como una de las nuevas estrellas de la Euroliga. Una, además, todavía muy joven.

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