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LEB ORO

Ten: “Cuando me llegó la oferta del Fuenla, tardé medio segundo”

Antonio ‘Toni’ Ten (Onda, Castelló, 1980) tiene ante sí un gran reto: devolver a la Liga Endesa a un Fuenlabrada que debuta este sábado en LEB Oro.

Toni Ten, entrenador del Fuenlabrada, da instrucciones a sus jugadores durante la pretemporada 2023.
Alba Pacheco

El pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada tiene nuevo jefe: Toni Ten. El entrenador, de 43 años, firmó este verano con el equipo del sur de Madrid tras su descenso a la LEB Oro después de 18 años seguidos en la Liga Endesa. Vuelve a España tras pasar una temporada en Polonia como asistente de Zan Tabak en el Trefl Sopot. Una aventura que asumió después de pasar de 16 años en el Castelló, el equipo de su tierra, con el que ascendió desde EBA hasta Segunda. “Es una oportunidad increíble para mí”, asegura distendido a AS Ten en la previa del debut este sábado del Fuenla en LEB ante el Grupo Alega Cantabria en casa (18:30 horas, LaLigaSportsTV).

¿Contento con la plantilla del Fuenlabrada?

Sí, muy contento. Salimos al mercado un poco tarde. Mi fichaje es el 22 de julio y las ligas aquí acaban muy pronto. En LEB Oro, la fase regular termina en mayo y, prácticamente, la gente empieza a hacer cosas o ya vienen de atrás. Nosotros salimos el 22 de julio con un jugador en plantilla y en 17 días completamos la plantilla. Y fueron todas las opciones que queríamos dentro de nuestro marco de jugadores, de nuestra realidad. Nos fue muy fácil hacer la plantilla porque hay un denominador común: todos los jugadores que fichamos querían venir al Fuenlabrada. Todos han tenido ofertas de otros sitios, mejores, peores o iguales, pero las contestaciones fueron muy rápidas. Las negociaciones fueron muy sencillas. Evidentemente, teníamos capacidad de fichar ciertos jugadores importantes y tenemos una realidad económica buena en Fuenlabrada para lo que es la LEB Oro, pero también hacía falta que los jugadores quisieran venir.

Y, ¿cómo es?

Es una plantilla compensada. No es larga porque elegimos gastar el dinero que teníamos en únicamente diez jugadores y empezar con una plantilla corta. Mezcla jugadores jóvenes, con bastante hambre como Rodijs Macoha, Mateo Díaz, Khadim Sy con otros contrastados en la categoría y con muy buena edad para ser importantes: Edu Durán, Jorge Bilbao, Tanner McGrew. Y otros más veteranos con Tomás Bellas como la referencia. Tenemos un poquito de todo. Pocas apuestas, jugadores que conocen la competición: Petar Aranitovic ya estaba el año pasado en la Liga y también McGrew. La única un poco apuesta, aunque tampoco mucho porque es un perfil alto y ha demostrado en diferentes ligas que es un gran anotador y muy buen jugador, es Blaz Mesicek. Es el único jugador que no tiene experiencia en LEB Oro.

Hemos querido hacer una plantilla con experiencia en la categoría. También con el entrenador han tenido en cuenta eso. Y el ayudante (Rubén Perelló). Va todo muy encaminado a gente que conocemos el terreno y que nos sabemos mover en esta Liga porque todas tienen sus características.

Si ves los proyectos que año tras año quedan arriba, hay un componente: jugadores y entrenadores que conocen mucho categoría. Al final, nos retroalimentamos un poco, entiendo que en la ACB también pasa. La gente habla de ruedas, de siempre los mismos… pero, claro, te da un punto muy positivo el conocer todo. El saber qué va a pasar y tener esa experiencia.

¿Qué Fuenlabrada propone?

Hemos hecho un buen trabajo, una plantilla que me gusta y que creo que puede adaptarse mucho al estilo que a mí me gusta de baloncesto: esfuerzo y registros diversos atrás y diferentes capacidad defensivas. Y de poder jugar dinámico, alegre, poder pasarnos el balón con jugadores que entienden bien ese estilo.

¿Cómo ve la temporada en la LEB Oro? ¿Ha mejorado en los últimos años?

Creo que sí. Sobre todo, ha mejorado porque la gente hace plantillas para subir. Hay dos equipos por encima del resto (Estudiantes y Burgos), muy claramente diferenciados y con inversiones mucho más potente que los demás, pero luego estamos un grupo de segundo escalón, una clase media que ha mejorado mucho. A lo mejor esos dos equipos fuertes siempre han estado. Uno o dos. Pero la clase media hemos subido mucho. Y ha profesionalizado mucho una Liga que ha cambiado. Yo debuté en la LEB Oro hace unas ocho o diez temporadas y tiene poco que ver con aquella que salía de la crisis. Va a ser una Liga divertida: quien se equivoque un poco, no va a estar entre los cuatro o cinco primeros porque será una competición muy dura.

¿Qué tal su experiencia en Polonia como ayudante de Zan Tabak en el Trefl Sopot?

Me sirvió muchísimo. Llevaba 16 años en el mismo club y necesitaba romper un poco y la mejor manera era irme. Me vino muy bien. Estuvo muy bien. País nuevo, idioma nuevo. Competición y rol nuevo porque nunca había sido ayudante. Aprendí mucho con Tabak. Me lo pasé muy bien, ganamos una Copa. Creo que me ha dado muchos más mimbres o más experiencia, conocimiento para poder afrontar un reto como el de este año.

Necesitaba un cambio tras 16 años en Castelló, ¿no?

Sí, totalmente. El último año fue acabar la temporada y decir ‘no tengo nada más que dar al proyecto, lo siento, estoy vaciado completamente’. Me exprimí. Oía a la gente hablar de proyectos a dos o tres años vista y necesitar cambiar y yo decía ‘c…, llevo yo 16 aquí… (ríe)’. Noté que ya estaba, que me tenía que ir. Ni por mí ni por el club ni por el respeto y el cariño que le tengo podía seguir. Necesitaba cambiar de aires.

La plantilla del Fuenlabrada para la temporada 2023-24 en la LEB Oro.
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La plantilla del Fuenlabrada para la temporada 2023-24 en la LEB Oro.

Y, ¿por qué decide volver a España?

Porque la mejor oferta deportiva era la del Fuenlabrada. Siempre he querido volver a España. No tengo un camino marcado muy claro. Los entrenadores dependemos muchísimo de las ofertas que tengamos cada verano. Hay muchos y muy buenos… y menos clubes de los que nos gustaría para contratarnos. Entonces es difícil marcarte un camino muy concreto: quiero entrenar aquí, aquí o aquí… Eso es complicado.

Tenía dos escenarios posibles, que eran los dos que quería buscar: poder seguir en el extranjero en unas primeras ligas como ayudante o poder volver a lo que yo sabía o más había hecho que era entrenar en España, ser primer entrenador en la LEB Oro. Y dentro de esos dos escenarios, cuando me llega la oferta del Fuenlabrada, tardo medio segundo en decidirme. Es la mejor realidad que he tenido nunca. Es el mejor proyecto que he entrenado nunca. El mejor equipo. Significa un proyecto mayúsculo y uno muy importante en mi carrera. Decido volver porque para mí es una oportunidad increíble de desarrollarme y de trabajar.

¿Le da algo vértigo al ser el un ‘proyecto mayúsculo’?

Todos tenemos miedos como entrenadores, evidentemente. Intentas atenuarlos, apoyarte en tus fortalezas, intentas tener ese aprendizaje que tenemos detrás para contrarrestar ese miedo que te pueden dar los retos ambiciosos, pero los hay. Si lo graduamos es poco, pero en toda la vida de profesional de los entrenadores siempre están esos miedos. Pero soy una persona que ha asumido desafíos que me llegaban a edades tempranas. Fui primer entrenador del Castelló con 25 años. Me llegó pronto. Y ahora me encuentro un poco como en aquella época. ¿Seré capaz? Pues sí. Hay que tener seguridad en la vida. Evidentemente con la prudencia que debes tener cuando asumes un reto así.

Con mis conocimientos y experiencias previas, creo que voy a ser capaz de hacer un buen trabajo, pero también debo tener la humildad y la prudencia de decir que no he estado en una de estas. Debo arroparme bien, dejarme aconsejar bien, analizar bien todo lo que está pasando porque la propia experiencia me va a generar aprendizaje. No es eso de yo ya he ganado 11 veces la Champions, ya sé lo que va a pasar. No. Nunca he entrenado un equipo como el Fuenlabrada así que debo tener la cautela y la humildad de aprender durante el camino, durante el proceso.

¿Qué Fuenlabrada se encuentra cuando aterriza?

Con dos discursos. Uno, negativo, hablando del pasado porque el año pasado solo se ganaron cuatro partidos y todos coinciden en que la imagen del equipo no fue buena. Todos están muy tristes con lo que pasó la temporada pasada. Un discurso muy repetitivo: el año pasado no lo hicimos bien. Y, a la vez, otro con mucha ilusión y mucha prudencia de cara al futuro: debemos hacer borrón y cuenta nueva, debemos cortar aquí totalmente con las sensaciones negativas que nos produce el pasado. Por eso me contratan a mí, que no tengo nada que ver con Fuenlabrada.

Yo les decía muchas veces ‘vale, entiendo que estéis muy negativos, tristes, jodidos con lo que pasó el año pasado, pero aquí habéis jugado copas, playoff, habéis tenido temporadas de p… madre, aquí habéis ganado a los mejores equipos de Europa, jugado competiciones europeas’. No todo es el año pasado. Sé que es una putada, que es un descenso tras muchos años en ACB seguidos, pero hay muchísimas cosas positivas que este club tiene, que hay que cogerlas, heredarlas.

Noto tristeza, noto que están jodidos por haber perdido la categoría y con una imagen que no gustó y notó una ilusión tremenda por empezar un nuevo proyecto, a medio plazo, sostenible porque entiendo que también es importante en el que club que las cosas sean sostenibles, no generar deudas, gastar lo que se tiene. Me gusta la personalidad que quieren tener porque casa muy bien con la forma que tengo yo de entender los proyectos y la vida: crecer de manera sostenible, en lo deportivo, recuperar la masa social, que a lo mejor el año pasado no estuvo tan presente y que es importantísima para un equipo como Fuenlabrada. Hay que crecer en todos los sentidos y todas sus patas deben ir de la mano. Me veo muy identificado con eso. Pienso estar en Fuenlabrada mucho tiempo, esa es mi idea.

¿Qué significa tener a Rubén Perelló como asistente?

Un lujo. Porque se aúna dos cosas. La primera, muchísima conexión personal porque somos muy amigos y, después, tener a una persona con unos conocimientos similares a los que puedo tener yo como primer entrenador. Surgió un poco así, no es algo que tuviéramos premeditado. Él estaba sin trabajo, yo buscaba ayudante. Siempre habíamos hablado de la posibilidad de trabajar juntos y simplemente fue una llamada, de aquello de lo que siempre hablamos, ahora puede ser. Me da mucha seguridad. Es lo que hablábamos antes de tratar de atenuar los miedos, si estás bien arropado es mucho más fácil.

Por ejemplo, en la dirección deportiva está Ferrán López. Este verano me ha parecido de un nivel extraordinario, altísimo. Tienes como ayudante a Rubén Perelló, como preparador físico a Javier Rubio. German Cea como director general, que ha estado ni se sabe los años en Gipuzkoa, en ACB, subiendo de LEB. Me veo muy protegido. Y eso te ayuda en el día a día. Creo, además, que estamos congeniando muy bien todos. Somos cada uno de su padre y de su madre, pero creo que estamos creando buenas conexiones.

Empezar bien, ¿cómo es de importante?

Mucho para quitar dudas y para enfocar el camino. Si empezamos ganando, seguro que el pabellón va a responder, el ruido que oyes a los lados se atenuará. Será muy bueno para el proyecto en general.