Méndez: “No es algo nuevo: España lleva jugando con nacionalizadas desde 2010”
Este sábado se cumplen dos años del estreno de Miguel Méndez como seleccionador. En este tiempo se ha colgado una plata europea y lleva un balance de 20-3.
Este sábado se cumplen dos años del debut de Miguel Méndez (Vigo, 1967) al frente de la Selección femenina: fue en unas Ventanas ante Hungría (victoria por 62-66). Tras sumar el jueves en Split su victoria número 20 (65-70 ante Croacia), atienda a AS para hacer repaso de su periplo al frente de la Selección.
Sufrido triunfo ante Croacia. Ya avisaba que el partido no iba a ser fácil.
Las Ventanas pueden ser peligrosas. Cada jugadora juega en su club, con otro entrenador y otras compañeras; y de repente, en dos o tres entrenamientos, tienes que ponerte a jugar a otra cosa diferente. Y hacerlo fuera de casa, siempre cuesta más. Croacia estuvo muy acertada en la primera parte y a nosotras nos ha costado mucho encontrar nuestro ritmo ofensivo. En la segunda parte, sin estar a un nivel brillante, sí que logramos más lo que queríamos hacer. Conseguimos la victoria, que es el objetivo número uno en estas Ventanas.
Croacia y en Split, ¿era el peor arranque posible?
A priori puede parecerlo. Tuvimos que adaptarnos a su roster, juegan con una pívot muy pequeña y nosotras jugamos con María Conde al ‘cuatro’ para igualar esa desventaja. Entre unas cosas y otras nos sacaron un poco de nuestro rendimiento habitual. El equipo tuvo la actitud y el oficio para agarrarse al partido, pasar los malos momentos y sacar el partido en los últimos tres minutos.
Es su victoria número 20 con la Selección.
No tenía ni idea, pero me parece muy bien porque veinte son muchas.
Y este sábado se cumplen dos años de su debut, ¿qué recuerda de aquel día?
Reconozco que sentí nervios gustosos porque dirigir a la Selección absoluta de tu país es algo increíble. Recuerdo los días previos, que estuve muy arropado por todos, tanto por el presidente (Jorge Garbajosa en aquel momento), como por el resto de la directiva. Me acompañaron en el desplazamiento, que no fue muy fácil de hacer, porque era una pequeña ciudad a dos horas de Budapest. Aprecié mucho sentirme tan acompañado.
¿Y cómo valora estos dos años?
Vamos cumpliendo pasos e intentando llegar donde pretendemos. Lo primero, es estar a buen nivel en los campeonatos, y creo que eso lo conseguimos con una plata meritoria este verano que pudo ser incluso oro, porque competimos bien en la final. Además, hemos cambiado el rol de algunas jugadoras, que han dado un paso al frente, y tratamos de conseguir una base de jugadoras que nos permita seguir a buen nivel y compitiendo por ganar en los siguientes campeonatos. En eso estamos y creo que el trabajo es bueno. Me siento muy cómodo y muy a gusto con el equipo.
Su llegada coincidió también con el adiós de algunos de los pesos pesados de la Selección: Laia Palau, Laura Nicholls, Marta Xargay, Anna Cruz… ¿eso dificultaba aún más el salto?
Nada es fácil en el deporte profesional. Veníamos de la mejor época del baloncesto español, unos años increíbles en los que se juntaron una serie de jugadoras con un carácter ganador, con personalidad, con talento… Todo lo que ocurriera a partir de ahí, no iba a ser fácil. Nosotros queremos hacer un cambio de jugadoras sin perder poder competitivo y eso es lo complicado. Hay equipos que se regeneran, pero rebajan sus expectativas. Nosotros, en cambio, hemos podido meter jugadoras nuevas, o estamos en el camino de hacerlo, sin perder ese gen español y queriendo ser protagonistas en las grandes citas. Y haciéndolo en un momento, por ejemplo, difícil en la posición de pívot, porque tenemos muchas jugadoras lesionadas. Tanto el pasado verano como ahora nos ha costado mucho jugar sin un número de jugadoras importantes en esa posición. Estoy contentísimo con el trabajo que hicieron en Split nuestras tres pívots, por ejemplo. Un trabajo enorme.
La que sí continúa es Alba Torrens. ¿Cree que es el técnico que mejor la conoce?
Yo creo que no. He coincidido con ella y creo que hacemos una buena pareja deportiva. Hemos conseguido muchos éxitos juntos, pero Alba es una jugadora con un talento especial y que ha jugado muy bien en todos los equipos que ha estado. Primero en Vigo conmigo, pero después en Salamanca, en Turquía con el Galatasaray… y en la Selección con Lucas Mondelo. Alba es un lujo de jugadora y es muy fácil tenerla en el equipo.
¿Cómo cree que ha cambiado la Selección Méndez con respecto a la Selección Mondelo?
No soy yo quién tiene que decir eso. Tenemos un buen grupo, somos capaces de jugar en equipo, de compartir el balón… en cada partido puede aparecer una jugadora diferente y eso se ha demostrado mucho. Siempre pretendo que mis equipos sean eso, un equipo. Al final somos técnicos españoles y tenemos un estilo, básicamente, español. Sabemos adaptarnos al estilo de nuestras jugadoras.
Megan Gustafson confesaba que comenzó los trámites en invierno y que esperaba haber podido estar en el Eurobasket. ¿Contaba con ella?
Mi trabajo en la Selección es intentar hacer el mejor equipo posible con las jugadoras que hay disponibles. Y el tema de los nacionalizados no es ninguna novedad. Desde 2010, España ha jugado con una jugadora nacionalizada y ha sido un pasaje natural. Primero fue Sancho Lyttle, que nos dio un salto importante, luego, Astou Ndour y ahora Megan Gustafson.
¿Cómo la ha visto estos días?
Es una jugadora que está lesionada (fascitis plantar), se está recuperando, pero ha venido aquí para conocernos, para ver el sistema que tenemos, a nivel táctico y técnico, y para irse metiendo dentro del grupo.
¿Astou Ndour está descartada para el Preolímpico?
Ahora mismo está fuera del baloncesto. Yo tengo que llamar a las jugadoras que estén disponibles y ella ahora no lo está. Veremos más adelante. Astou ha sido una jugadora importantísima para nosotros en los últimos años, pero también es importantísima dentro del vestuario, con un calado personal enorme con sus compañeras. Si ella está disponible, tiene papeletas de estar.
El domingo cierra la Ventana ante Austria, número 85 del ranking. ¿Sirven estos partidos de cara el Preolímpico?
No mucho. La baja de Cristina Ouviña dos días antes de comenzar la preparación y, sobre todo, la de Raquel Carrera nos ha movido un poco todos los planes. Hemos tenido que cambiar la marcha. El Preolímpico queda un poco lejos, pero los entrenamientos en Tenerife los haremos con el objetivo de ganar a Austria aunque también con un ojo puesto en febrero.
En Colombia estos días se decide la última plaza para el grupo de España en el Preolímpico, ¿ha hablado con Víctor Lapeña, seleccionador de Canadá?
No he hablado con él, pero veo muy claro que Canadá va a estar en nuestro grupo.
¿Le pica el gusanillo del baloncesto de clubes?
Por ahora, no; la Selección llena toda mi vida profesional. Pero seguramente volveré a estar en el baloncesto de clubes. Veremos si puedo compaginarlo con la Selección, pero ahora estoy encantado con el trabajo que tengo y me gustaría seguir trabajando con la Federación.
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