Jasikevicius, campeón en Turquía; Mirotic, en Italia con MVP

El Barcelona cerró en blanco una temporada por primera vez desde 2017, si dejamos al margen la atípica campaña de la COVID. Un curso sin títulos que provocó el despido de Roger Grimau del banquillo cuando aún le restaba un año más y tras reemplazar el verano pasado a Sarunas Jasikevicius, el técnico con el que los azulgranas ganaron dos Ligas, dos Copas y participaron en tres Final Four consecutivas.

Un camino de éxito que no sirvió para proseguir en un conjunto catalán en crisis económico, pero que el lituano ha continuado esta temporada en el Fenerbahçe, club al que aterrizó en diciembre de 2023 como sustituto de Dimitris Itoudis.

Llevó al conjunto turco a la Final Four de la Euroliga cinco años después como sexto clasificado y después de eliminar en cuarto al Mónaco en cinco partidos. En semifinales, el Fenerbahçe sucumbió frente al Panathinaikos, a la postre campeón de Europa al derrotar en la final al Real Madrid. En la liga otomana, no ha fallado: victoria 3-1 en la final contra el Anadolu Efes para levantar su primer título con el Fener. Ya tiene campeonatos en tres países diferentes: Lituania, España y Turquía.

No fue el único exazulgrana que sonrió. Nick Calathes, que dejará el país del Bósforo por Mónaco, y Nigel Hayes-Davis también levantaron el 11º título liguero para el Fenerbahçe, mientras que Nikola Mirotic consiguió el 31º para el Armani Milán, el tercero consecutivo (algo que no lograban los lombardos desde la década de los ochenta del siglo pasado) y el primero en su cuenta particular en Italia tras aterrizar en el país el pasado verano.

El ala-pívot fue capital para que el Milán mantuviera el trono italiano. Fue nombrado MVP tras promediar 17,8 puntos, 7,5 rebotes, 1,5 tapones y 23,8 de valoración sobre la Virtus Bolonia, que solo resistió cuatro partidos en la final (3-1). Mirotic lució en el último encuentro con una actuación monstruosa: 30 puntos (2/5 triples), 12 rebotes y 2 tapones para 47 de valoración en 27 minutos sobre la pista.

“Soy realmente afortunado por poder vivir este tipo de emociones en este momento de mi carrera. Dar un trofeo a estos espléndidos aficionados y hacerlo además a las órdenes de mi entrenador preferido, Ettore Messina... Somos un grandísimo grupo y estoy feliz por los muchachos y por cómo hemos afrontado esta fase final de la temporada. Hemos logrado transformar un inicio de temporada no muy positivo en algo extraordinario”, dijo el exazulgrana.

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