BCL | UNICAJA 112 - ALIAGA PETKIMSPOR 82
El Unicaja es una máquina de ganar
El Unicaja pasa como un rodillo por encima de Aliaga Petkimspor en un partido colosal donde anotó 15 triples y se quedó a solo dos puntos de igualar los 114 contra el Den Bosch, su mejor marca en BCL. Kalinoski, 21 puntos y 25 de valoración.
Nadie puede con el Unicaja. El equipo de Ibon Navarro se dio un baño de multitudes a costa del Aliaga Petkimspor, en teoría, el rival más complicado de este grupo para discutirle el primer puesto. Los de Ibon Navarro pasaron por encima de un oponente que no encontró en ningún momento un paraguas para poder guarecerse de la mar gruesa que le cayó encima. Un partido extraordinario, otro más de este Unicaja, líder de la BCL y de la Liga ACB y que tras su formidable combinación de pico, pala y frac espera sin miedo la visita del Barcelona el próximo domingo en el Carpena.
Este equipo es una máquina de ganar. Intenso en defensa, letal desde el exterior, eficiente bajo tableros y veloz en el contraataque. Un Unicaja coral, espectacular y rocoso que juega de memoria y que acumula nada menos que 12 victorias consecutivas obtenida en cuatro competiciones diferentes. Son la Copa Intercontinental, Supercopa, Liga y la BCL. Un rodillo en verde y morado.
Festival del triple
El primer tiempo de los malagueños fue sencillamente espectacular. Tras una salida engañosa de los otomanos (0-5) que barruntaba dificultades el Unicaja se desató. ¡Y de qué manera! El Petkimspor es un buen equipo que compite al mejor de los niveles en la liga de Turquía donde hay jugadores y equipos de Euroliga.
En apenas un suspiro los de Ibon sacaron su famoso rodillo a pasear con un acierto en los lanzamientos desde 6,75 pocas veces visto incluso en la NBA 10/13 en triples cuatro de ellos obra y gracia de Tyler Kalinoski. El marcador del primer cuarto era tremendo 34-19 con la afición entusiasmada por el espectáculo que su equipo le estaba regalando.
En el segundo acto los verdimorados seguían apretando. Arreón de Djedovic, triple de Barreiro, de Carter. El resultado a los 15′ era un inusual y57-28 con 11/15 en triples. En ese punto los turcos quisieron tirar de dignidad para impedir un vapuleo espeluznante. El Unicaja se relajó y se permitió llegar al intermedio con un leve parcial adverso de 3-8 El 60-36 explicaba muchas cosas.
Tras la reanudación los locales dosificaron el pistón con el suficiente criterio como para no permitir ningún tipo de oxígeno a un rival incapaz de interceptar tantos ganchos cortos y largos. Su entrenador, Burak Goren expandía su monumental frustración a costa de sus jugadores, de los árbitros y de la humanidad en general. Es mejor cambiarse de acera porque enfadado puede resultar peor que el increíble Hulk.
Y el Unicaja seguía a lo suyo sumando puntos casi sin despeinarse. Nada menos que 15 triples, uno más que en la recordada semifinal para entrar a la BCL de hace tres años ante el Den Bosch holandés. Aquel día el marcador fue un claro 114-56. Y parecía que podría superarse con creces cuando a los 35′ Yankuba Sima con un 2+1 puso un interesante y televisivo 101-66. Dentro del alto nivel del equipo hay que destacar los 21 puntos y 25 de valoración de ese cañonero de seda llamado Tyler Kalinoski o el gran momento que vive Barreiro que anotó 17 puntos combinando lucha infinita con calidad.
El intento del Aliaga para maquillar este resultado tuvo sombra aquí y sombra allá. Pero nada de nada. Antes, al contrario. Una canasta final de Carter cerró el partido con un potente 112-82 que deja el camino de la clasificación para la siguiente fase bastante despejado.
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