Arranca la era Ponsarnau en Miribilla
“Queremos que lo que para nosotros es una buena plantilla se vaya convirtiendo en un buen equipo”. El Bilbao Basket inicia una temporada con muchas caras nuevas, incluida la del técnico, y con el estreno en la Champions.
Dar un paseo por Miribilla estos días sirve para darse cuenta de que el Bilbao Basket ha pasado capítulo. Que la era Mumbrú, con 13 años entre jugador y entrenador, ya es historia, aunque queda un vacío muy difícil de rellenar. Llega Ponsarnau con la difícil tarea de recoger ese legado y poner un sello propio para espantar la añoranza. Desde ayer lunes el equipo ha empezado la pretemporada en un pabellón con mucha luz, por las claraboyas abiertas; espacio, por las gradas inferiores recogidas; y un escenario ocupando un fondo. Hay muchas caras nuevas en el vestuario y el banquillo. También en el cuerpo técnico. Sergio García es el nuevo ayudante en sustitución de Javi Rodríguez, para estar al lado de Javi Salgado. El argentino Cristian Lambrecht ejercerá de preparador físico tras la marcha de Roberto ‘Pitu’ Molina. Procede de Campus Promete (LF1) y tiene experiencia con la Selección de Venezuela y en Argentina U19, así como con Ginóbili en su día. Y, ante todo, flota la sensación de que este año, con el regreso a la Champions, las experiencias van a ser novedosas. Su estilo lo ha marcado desde el primer minuto: “Siempre he intentado jugar dinámico y que desde el dinamismo haya pase. En el cómo llegar a eso probablemente habrá matices diferentes. Defensivamente, la cultura de la ACB ha cambiado y mi filosofía se tiene que adaptar. En este sentido, hemos hecho un equipo para poder adaptarnos”.
Ponsarnau ha estado este verano con la U22 Masculina, en una concentración en La Línea de la Concepción del 4 al 11 de julio. Estos días trabajan en Miribilla 9 jugadores del primer equipo y 5 canteranos. Ha acudido a la puesta de largo la presidenta Iturbe y el director deportivo, Pueyo. Sólo faltan por incorporarse los suecos Hakanson y Andersson, concentrados con su selección, y el bosnio Sulejmanovic, que jugará el Eurobasket. Este año coge la capitanía Rigo y también se pone el brazalete Rabaseda. Un ‘veterano’ en el Bilbao Basket y un clásico de la ACB, el de más edad del grupo a sus 33 años. “Tomeu tiene un conocimiento máximo del club, de la ciudad y del territorio y valoramos su mentalidad. Es un jugador que ha tenido mala suerte con las lesiones, pero su tesón y su mentalidad le han permitido mantenerse en este club. Creemos que nos puede ayudar con esta responsabilidad. Y qué voy a decir de Xabi y los partidos que lleva en esta liga y en Europa. Tiene la experiencia de haber estado en muchas dinámicas y es un gran cohesionador de grupos”, destaca Ponsarnau.
Aún se les ve en pleno proceso de aterrizaje a los nuevos Radicevic, Francis Alonso, Rabaseda, Rosa y Kyser, jugador con mucho menos volumen que Balvin y Delgado y con casi todos los centímetros de su piel adornados con tatuajes. La línea de continuidad la aportan Goudelock, Rigo, Reyes, que se ha ejercitado al margen del grupo, y Withey. Y estos días estarán con ellos los jóvenes forjados en la cantera Aiert Velasco, Asier Fernández, Elvis Ude, Unai Barandalla (de vuelta tras jugar en el Santurtzi, con el que se proclamó campeón de grupo y subcampeón de España en la Liga EBA) e Iñigo Betolaza (que participó el año pasado en el Alega Cantabria de LEB Plata).
“Aún estamos entrenando sin contacto, esperando a que los jugadores cojan la forma para poder dar ese paso tan importante en un deporte como el nuestro. Nos estamos encontrando muy buena predisposición, los jugadores quieren conectar con lo que queremos hacer y también entre ellos. Queremos que lo que para nosotros es una buena plantilla se vaya convirtiendo en un buen equipo”, esgrime Ponsarnau, que echó una mano al Girona de Marc Gasol en el ascenso desde LEB Oro y se inclinó por el Bilbao Basket ante el fuerte interés mostrado por este una vez que Lakovic se marchó al Gran Canaria. “Hemos construido una plantilla que, si no hay lesiones, tiene unos mínimos altos y eso es muy importante para competir. No renunciamos a crecer más. Los máximos van a llegar si trabajamos, si conectamos, si la atmósfera del equipo es buena… Poco a poco trataremos de consolidar estos mínimos para acercarnos a nuestros máximos”, promete el entrenador de Tàrrega.
Hay ilusión por competir en Europa y, de hecho, Ponsarnau ganó la Eurocup en 2019, otro de los torneos en el Viejo Continente, que da un billete para la Euroliga. Jaume no cree que la exigencia de la BCL les vaya a restar chispa, “que nos haga mejores de lo que seríamos solo entrenando”. Y remata: “Nuestra realidad es que vamos a jugar en la Champions y eso te permite crecer compitiendo, pero muchas veces no entrenando. Por eso tenemos que aprovechar ahora al máximo para todo lo referente a construir desde los entrenamientos. Pero también debemos aprovechar para conocernos más y acertar cómo defender, cómo atacar, a que conceptos agarrarnos…”, reflexiona el expreparador del Zaragoza. Lo más importante para él ahora es asignar los diferentes papeles a cada pieza en el engranaje general.