Ferrari y Mekowulu doblegan al Barça

Llegará el Barça al partido de cuartos ante el Bayern de Múnich tras dos derrotas en Liga Endesa. La primera ante Unicaja el jueves, ayer contra el Zaragoza. Una derrota en la que ofrecieron mejor imagen, pero en la que se encontraron ante un mejor equipo. Los locales, guiados por Ferrari y sostenidos por Mekowulu, fueron a remolque todo el encuentro hasta que en los minutos finales tumbaron al Barça. Faltó claridad y les sobraron nervios a los azulgranas.

El Barça fue reconocible desde el principio. No en su mejor forma, no en su mejor versión, pero sí con los rasgos reconocibles del equipo de Jasikevicius. Fuertes atrás, complicando mucho al Zaragoza en los ataques estáticos, acertaron desde el perímetro. Fluyó mucho más el juego que ante Unicaja y Davies también sumó por dentro. Salieron mejor y se pusieron por delante.

Zaragoza recortó diferencias en el segundo cuarto (20-26) gracias al rebote ofensivo. Tiraron con muy poco acierto pero gozaron demasiadas veces de segundas oportunidades. Ferrari se aprovechó de ello. Con Calathes inspirado, sin embargo, es casi imposible igualar en puntos al Barça (30-35). Y eso que Casademont Zaragoza firmó un buen final de cuarto: intensos y con Waczynski de protagonista.

El Barça tapó sus defectos con sus virtudes y castigó a Zaragoza desde el triple. Especialmente Abrines, pero también Sanli. Fue la respuesta azulgrana a una defensa hostil pero efectiva de los locales. Los buenos minutos de Santi Yusta no bastaron: siguieron fallando demasiados tiros (42-52).

Con Casademont Zaragoza cargado de faltas, el Barça insistió por dentro. Mirotic y Davies son dos jugadores complicados de defender y por ahí sangraron los locales. La velocidad de Ferrari, que cambió el ritmo de su equipo cuanto estuvo en pista, permitió a los suyos seguir en el partido. Mekowulu les acercó (54-58).

Las sensaciones, y los números, eran ya mejores para los locales en el último cuarto evaporando la diferencia en el marcador a seis del final. A cinco, se pusieron por primera vez por delante (61-60). Y Jasikevicius sacó la artillería pesada. Entre Calathes, Mirotic y sobre todo Abrines parecía que el Barça lo tenía hecho pero Mekowulu no había dicho aún la última palabra. Su espectacular último cuarto, junto a Ferrari, les puso por delante dejando el partido en su mano: no lo desperdiciaron.