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BALONCESTO FEMENINO | VENTANAS

Méndez: "Sólo soy un gestor, las protagonistas son las jugadoras"

El nuevo seleccionador charló con AS unas horas antes de su estreno en las Ventanas clasificatorias para el Eurobasket 2023. España se mide con Hungría a domicilio este jueves.

Méndez: "Sólo soy un gestor, las protagonistas son las jugadoras"
ALBERTO NEVADO

Miguel Méndez se sentará este jueves por primera vez en el banquillo de la Selección. El técnico gallego, que suma tres Euroligas seguidas con el Ekaterimburgo, compatibilizará su puesto en el gigante ruso con el de seleccionador. En esta primera Ventana, clasificatoria para el Eurobasket de 2023, España se mide con Hungría en Szekszard (este jueves a las 18:00) y con Rumanía en Almería el domingo (también a las 18:00 por Tdp).

¿Cómo han sido estos primeros días?

Un poco lo esperado. Al 90% de las jugadoras ya las había entrenado en categorías de formación, ya me conocían. Y al cuerpo técnico prácticamente también. Hay muchas personas que lo han hecho muy fácil. Ha sido un comienzo muy tranquilo.

Tras las decepciones del Eurobasket y los Juegos y el lío de Mondelo, ¿era el momento más complicado para asumir este cargo?

No lo sé, no me lo planteo de esa manera. Los momentos no se pueden elegir. Me han contratado para hacer un trabajo, con unos medios a mi disposición que son muchos. Me apoyaré en el pasado reciente de este equipo, que ha sido la mejor época del baloncesto femenino español. Y será un buen punto de partida para intentar conseguir otro equipo, con otra base de jugadoras que estén con nosotros mucho tiempo y conformen el equipo del futuro.

Siete medallas seguidas antes de los tropiezos de 2021, ¿da un poco de vértigo?

No, porque los he disfrutado. El equipo nacional representa a todo el baloncesto del país: jugadoras, directivos, patrocinadores, clubes, federaciones... Los que estamos aquí somos unos privilegiados, porque nos toca recoger los frutos de todo el trabajo que se viene haciendo. Esas medallas las he disfrutado del otro lado. Ahora intentaremos seguir siendo competitivos mientras creamos ese nuevo equipo.

En su presentación como seleccionador, confesaba que su corazón dijo sí enseguida, pero la cabeza tardó un poco más en aceptar.

No era una llamada esperada, porque dentro de mis planes no entraba la posibilidad de trabajar para dos equipos diferentes, pero me hacía una especial ilusión ser seleccionador. Por eso el corazón dijo ‘sí’, pero se tenían que dar ciertas circunstancias para poder aceptar. En primer lugar, que el Ekaterimburgo me diera permiso para, en mi tiempo libre, poder hacer este trabajo, que es muy exigente, y después hablar con mi familia para tratar de organizarlo todo. Mi familia está en España y cuando no estoy entrenando, el tiempo es ‘full time’ para ellos y ahora no lo va a ser. Era algo que tenía que hablar con ellos.

¿Cambia mucho la planificación de su día a día?

Me atrevería a decir que el Ekaterimburgo es probablemente el equipo con más exigencia que hay ahora mismo en el mundo. Un equipo creado para estar en todas las finales y conseguir los títulos: es un trabajo muy exigente. Si al mismo tiempo, en los momentos previos a la concentración, tienes que estar planificando cómo organizar otro trabajo completamente diferente... El trabajo se multiplica por más de dos.

Sin Premundial y Mundial, tras esta Ventana, no habrá partidos oficiales hasta noviembre de 2022. ¿Eso complica el trabajo de seleccionador o le da más tiempo?

Que España no esté en el Premundial y el Mundial de Australia no es bueno para nadie. Pero el trabajo en la FEB no se para nunca. Independientemente de que tengamos una competición cerca o no hay trabajo de seguimiento, de formación... Antes de noviembre nos reuniremos poque hay mucho que hacer por delante.

Estábamos acostumbrados a ver a la Selección de Lucas Mondelo, ¿cómo será la de Miguel Méndez?

No es mi selección, es el equipo nacional español. Esto es un trabajo en equipo. El entrenador es el que le da el empujón, pero no me gusta personificar. En todo caso sería el equipo de las jugadoras, que son las auténticas protagonistas. El baloncesto es el deporte de equipo más colectivo que existe. Las jugadoras ganan y pierden los partidos; el entrenador está para tomar decisiones y organizar a todos en la misma dirección. Esa gestión del grupo humano va dirigida a eso, pero no será mi equipo, será nuestro equipo.

España vuelve a ser un 'equipo de bajitas', pero se mide a la Hungría de un techo como Hatar (2,08).

La dificultad de este partido es que su mayor potencial está en el juego interior. No sólo Hatar, sino también una americana nacionalizada que está jugando a un gran nivel como es Goree y una joven como Kiss, que va a 15 puntos en el campeonato húngaro. Ese es el potencial que tiene este equipo y le da un poco más de dificultad. Es verdad que los españoles y españolas tenemos el físico que tenemos y no contamos con esas jugadoras grandes que puedan dominar e intimidar. Con Sancho y Ndour solucionamos un poco el problema y eso nos ha permitido codearnos con los grandes y subirnos al podio en los últimos campeonatos, pero nuestro plan tiene que ir por otro lado y tenemos que paliar esa desventaja física jugando más a campo abierto, intentando conseguir más puntos desde la defensa, jugando defensas especiales, cambiando ritmos defensivos... Un estilo que defino como español.

¿Hungría a domicilio es el peor estreno posible?

Sí. Es un equipo que no estuvo en el Europeo de Valencia porque estaba en pleno cambio generacional. Su base es la generación que participó en el Europeo Sub-20 de Sopron en 2018. Ahora es un equipo más peligroso que hace dos años.

Alba Torrens debutó con usted en el Celta. También la ha dirigido en categorías de formación y ahora en el Ekaterimburgo. ¿Puede ser el técnico que mejor la conoce?

Ha jugado muy bien con todos los que ha tenido; ha triunfado tanto en clubes como en la Selección. Es la jugadora europea que más éxitos tiene en los últimos años y los ha conseguido con diferentes entrenadores. Es cierto que llevamos muchos años trabajando juntos, que la llevé al Celta con 17 años y que nos conocemos muy bien. Eso facilita las cosas con una persona como Alba, humilde pero con una ambición inmensa.

En pleno cambio generacional, ¿echa a alguna de las jugadoras de 'antes' de menos?

Me concentro en las que tengo. Sería una falta de respeto hablar de las que se han ido, pero sí que es verdad que han sido jugadoras muy importantes. El quinteto titular de hace dos años, prácticamente no está, y tenemos que construir uno nuevo. Una dificultad añadida, pero confío a muerte en las jugadoras que tengo ahora.

Para quienes no le conozcan, ¿quién es Miguel Méndez?

Soy un entrenador que lleva muchos años haciendo esto. Me considero un formador, un entrenador que intenta hacer a sus jugadoras mejores cada día y que, con la idea de hacer el mejor baloncesto posible, intento ganar cada partido. Me fui hace años de España. He tenido la suerte y la fortuna de poder entrenar en Italia (Famila Schio), que no es nada fácil. Esto me abrió las puertas del baloncesto de alto nivel, en este caso, del ruso, donde tengo la suerte de entrenar a uno de los mejores equipos del mundo.

Habla del Ekaterimbugo de Breanna Stewart, Jonquel Jones, Brittney Griner, Emma Meesseman... Alba Torrens. ¿es difícil dirigir a un equipo con tanta estrella?

Para nada. Es un trabajo de gestión de los recursos que tengo: consiste en adaptarme a ellas. El entrenador es el encargado de dictar las normas. Y eso también lo hago, independientemente de que crea que ellas son las verdaderas protagonistas. Mi trabajo es encontrar una forma para que el colectivo brille. Con jugadoras de nivel, en algunas circunstancias, se hace más fácil de lo que parece.

¿Tuvo algún mentor?

No soy muy mitómano. He aprendido de todos los entrenadores que tuve como jugador, de los profesores, de mi hermano, que es uno de los mejores entrenadores que conozco, de los que veo por la televisión, de los cursos nacionales, de los clínics... Intento mamar de todo, con la mente muy abierta para ir creciendo y siendo valiente para cambiar mis opiniones cuando hace falta. El trabajo de entrenador requiere un aprendizaje constante en distintos niveles, no sólo táctico y técnico, sino en psicología, trabajo mental, médico, preparación física...

Ya ha dirigido a selecciones de formación, ¿cómo le puede ayudar esa experiencia previa ahora?

El trabajo en una selección es muy distinto a lo que se hace en un club. En un club tienes una pretemporada de 6-8 semanas, un partido por semana que te permite trabajar para que crezca el equipo. El trabajo de selección es completamente distinto. Tienes muy poco tiempo y en esta Ventana ni le cuento... Hay que poner a todo el mundo rápidamente de acuerdo, meterles una idea en la cabeza y estar preparados para todo lo que pueda pasar.