El banquillo del Bilbao Basket estará formado el año próximo por tres técnicos que han sido jugadores hasta hace no mucho. Mumbrú, el jefe, tiene 42 años y se ha erigido en una de las estrellas de este país, con las medallas más importantes que ha ganado La Roja. Javi Salgado, que colgó las botas tras el ascenso, tiene 40. Su carrera ha sido más modesta pero también conviene tenerla en cuenta. En Miribilla es un ídolo y su camiseta con el 14 está retirada. Y el próximo en incorporarse es otro Javi, Rodríguez, de 42 años también, como Mumbrú. Los 'Javis' ya están aquí. Tres tipos que se las saben todas, con enorme talento y buenos amigos tras coincidir en el Bilbao Basket en la temporada 2009-10, cuando el equipo se mudó al mastodóntico BEC. Fue el año del fichaje de Mumbrú por el club vizcaíno, y llegó junto a Rodríguez. Aquel curso, por enero, a poco de aterrizar Hervelle, fue destituido Vidorreta y llegó Katsikaris al rescate. Luego llegó la intolerable patada a Salgado, que se fue al Gipuzkoa, con la excusa de que se buscaba a alguien más físico.

Javi Rodríguez, apodado El Chino desde la etapa en la que vestía de corto, sustituye a Lolo Encinas, que se ha ido como primero a su casa, el Gipuzkoa Basket de LEB Oro. El exbase de Porriño, actualmente de vacaciones en su tierra, colgó las botas hace un lustro y pasó a ser ayudante de Carles Marco en el Oviedo, en la segunda categoría. Los dos últimos años dio el salto como primero y en su estreno, que coincidió con el Bilbao Basket en esa categoría, lo hizo muy bien. Pero el segundo todo se torció y fue destituido unos días antes de la declaración del estado de alarma por el coronavirus. Pero Javi es un tipo que no nunca disfraza la realidad y asumió que las cosas no iban bien, no estaba cómodo. Cogió su relevo Lezkano.

Después se ha tomado un año de aprendizaje, de parar un poco, formarse a fondo y dedicarse algo más a la familia, que reside en Gijón. Precisamente ahí, en Gijón, empezó su carrera en la élite española. Como cadete y júnior muchos acertaron a ver en él una estrella descomunal en ese base alto y con enorme clase para dar fluidez al juego. Aunque se formó en la NCAA y lo reclutó el Baskonia, en el club asturiano, de la mano de Moncho López, alcanzó un brillante ascenso en 1999. Después el baloncesto le llevó al Breogán, donde cubrió la mejor temporada de su carrera y hasta fue convocado por la Selección. De allí se marchó con mucha polémica al Fuenlabrada y le recuperó el Breo poco después. Manresa fue la siguiente estación. Y Bilbao, con un año, el segundo soberbio con el subcampeonato ACB y el estreno de Miribilla. Su último aliento lo aportó de nuevo en Manresa. Al final, sin ser un supercrack cubrió 14 años en la ACB. Precisamente en Gijón, su tierra adoptiva, realizará este año el Bilbao Basket una concentración en pretemporada, en agosto. Con el fichaje de Javi Rodríguez el conjunto vizcaíno cierra todas las entradas este año, a no ser que salga un mirlo blanco para la plantilla.