Dos de dos. La Selección doblegó por segunda vez consecutiva a Irán (96-53) en su vuelta al WiZink Center casi dos años después de su último partido en Madrid. Y lo hizo sin muchos agobios, en un partido que fue otra prueba de laboratorio para Scariolo y que tuvo cierto interés en el primer cuarto (27-21), pero que se rompió definitivamente a mediados del segundo: 48-28 tras un mate solo de Juancho Hernangómez, después de un pase costa a costa de Rudy Fernández.

Aunque, en verdad, el encuentro duró lo que tardó Scariolo en poner orden y disciplina a su defensa, algo desconectada en los compases iniciales y férrea, inteligente y constante después de que el italiano diera una voz que se oyó hasta en Brescia: los persas anotaron 21 puntos en los primeros 10 minutos, solo 32 en los restantes 30. Ahora, España arranca el siguiente nivel de la preparación. La parte dura. Esperan dos partidos contra Francia (el primero en Málaga el jueves) y uno ante el gran ogro, Estados Unidos, en la Ciudad del Pecado, Las Vegas, como punto final a la operación Saitama.

Poco a poco, España coge forma. Es lento el proceso, pero sin pausa: a fuego lento. Porque la Selección comienza a carburar. Adapta sistemas y coge automatismos con un quinteto titular que rindió homenaje una vez más, como en Valencia, a los héroes de China: Ricky Rubio, Rudy Fernández, Víctor Claver, Juancho Hernangómez y Marc Gasol (un general en la cancha) salieron de inicio y, a partir de ahí, los movimientos de ajedrez del maestro italiano. Sergio Rodríguez dará mucho oxígeno a Ricky (muy bien en la penetración e histórico con sus 1.000 puntos con la Selección) y Álex Abrines es una garantía para aumentar los decibelios en defensa y la eficacia desde el perímetro: 9 puntos y 3/4 de tres. Y, claro, Pau Gasol, un poder titánico en el baloncesto FIBA tenga 20 o 41 años, que compartió zona con Usman Garuba. El pívot del Madrid le ha ganado muchos kilómetros a Pierre Oriola por esa plaza por la que ambos compiten para estar en Tokio.

Cierre

Tras cerrar la primera parte +24 (58-34), la segunda fue lo que se esperaba. Minutos y más minutos para los pretendientes. Sergi Martínez, Carlos Alocén, Darío Brizuela, Xabi López-Arostegui y Alberto Abalde volvieron a dejar constancia de que están preparados para asumir responsabilidad y subir al siguiente nivel. Será difícil verlos en Tokio, pero dan mucha confianza de cara al futuro. Pero también sirvió para que los 6.400 aficionados presentes en el Palacio volvieran a disfrutar de la fiesta del baloncesto y rendir un homenaje a la fallecida Raffaella Carrà. Es fantástica, fantástica esta fiesta.