El Bilbao Basket no sale del mercado. En condiciones normales, sería un equipo sin movimientos, con los mismos en octubre y en mayo, pero las circunstancias han obligado a una actividad frenética en el despacho del director deportivo, Rafa Pueyo. Primero llegó Kljajic, tras la lesión de Rigo. Y los cortes de Jones y Moses, que no dieron el nivel, permitieron el aterrizar a Huskic y Miniotas. Sobre Moses, desvinculado ayer, Mumbrú no ha querido reprocharle nada, simplemente no se adaptó y punto, "pero es un buen jugador". Ahora, con las lesiones de Balvin y Serron, otra vez van a llegar fichajes. Y, a ser posible, rápidos. Lo prioritario es un exterior con puntos en las manos. Balvin se ha dañado el tobillo y ha dejado cojo el proyecto. Gracias a los seguros de la federación de su país podrá haber dinero para buscar un sustituto. El 'cinco' checo es el pilar del Bilbao Basket y se fue con su selección en la última ventana FIBA, aunque no se jugaba nada.

“Si fuera para dos semanas, esperaríamos, pero son dos bajas muy importantes para nosotros para meses. Tenía problemas en la espalda y desde el club no veíamos con buenos ojos que fuera a la selección en este momento, es la realidad. Pero su selección le llama, Ondrej cree que es mejor ir y el club no puede poner ningún impedimento”, se resigna Mumbrú. Prefiere no darle más vueltas “porque estas cosas pueden ocurrir entrenando o jugando”. Lo que pasa es que su ausencia, unida a los lapsus de Rousselle, está restando opciones. El poder de intimidación de Balvin y su capacidad para rebotear eran básicos. Bien lo saben Senglin y Avramovic, que desde el bote en los últimos partidos se han encontrado vía libre hacia la canasta y bajo esta no se han encontrado esos 2,18 que tanto imponen.

Con lo que hay tendrán que buscar el triunfo el domingo a domicilio ante el Zaragoza, que juega esta tarde el partido aplazado en Andorra y va a estar cansado. La ausencia de Balvin ha permitido ver una evolución muy interesante de Dos Anjos, que está trabajando de forma individual en sesiones extra junto con Reyes. “Hizo un gran partido contra Estudiantes y también en la Champions, pero en Europa ya venía jugando buenos minutos. Es importante porque llevamos desde agosto trabajando con Felipe en sus posiciones. No está cometiendo errores que cometía antes, se agradece que esté concentrado y que siga haciendo lo que trabajamos cada día después de los entrenamientos”, remarca Mumbrú.

Ahora que están saliendo por Europa les toca lidiar con otros protocolos. Muchos equipos ACB se han contagiado al traspasar fronteras, pero el preparador barcelonés considera que el viaje a Italia apenas encontró riesgos, "porque estuvimos muy vigilados, como pasa en ACB", otra cosa es cuando tengan que ir a Turquía a visitar al Pinar Karsiyaka. Estos días le ha tocado levantar un poco la moral de jugadores como Zyskowski, Kulboka, Rousselle y Brown, profundamente abatidos. Sobre este último, tratan de que lea mejor algunas situaciones que telegrafía largo tiempo, en las que se fía mucho de sus penetraciones y le frenan sin aparente dificultad.

La Champions al menos ha servido para recuperar el sabor de un triunfo. “Estamos defendiendo algo mejor, sin tener intimidación porque con Ondrej perdemos mucho cuando el rival va a canasta. A nivel grupal, estamos mucho mejor en nuestro campo, y ofensivamente también progresamos. Estamos pasándonos mucho mejor, jugando mejor en llegada, en ataque estático, encontrando los tiros... El equipo ha dado pasos adelante últimamente”. Considera que el triunfo ante el Fortitudo "es positivo", sobre todo porque después de un partido que tuvieron en la mano contra Estudiantes, "estábamos tocados anímicamente”.