La Selección femenina está a una o dos victorias de lograr su billete olímpico a Tokio 2020. Los cambios en el calendario FIBA han provocado que presumir de ser la campeona de Europa no te sirva para garantizarte una plaza en los Juegos, aunque el torneo de Belgrado, que cambió de sede por el coronavirus (iba a ser en la localidad china de Foshán), debería ser un trámite para España, tercera en el ránking mundial y que tiene que quedar entre los tres primeros de su grupo de cuatro para cumplir el objetivo. Algo al alcance de un equipo que encadena siete veranos subido al podio.

Su primer rival este mediodía (14:30, Teledeporte) será Corea del Sur, cuarta en el pasado AsiaBasket y, a priori, el rival más débil. Número 19 del mundo, las pívots españolas tendrán trabajo extra con su techo, Ji Su Park (1,98), aunque Corea es un equipo algo anárquico que prefiere jugar abierto. "Es un baloncesto al que no estamos acostumbrados, aunque tenemos capacidad para defenderlo", analiza Lucas Mondelo.

En el juego interior es, precisamente, donde España ha perdido a una de sus piezas más importantes. Astou Ndour, que reapareció hace unas semanas con el Dynamo Kursk tras pasar por el quirófano, fue la MVP del Eurobasket y ahora es la ausencia más sensible para Mondelo que, eso sí, recupera a Alba Torrens para la ocasión. Olvidada la lesión que le impidió colgarse el oro europeo en verano, la alero se pondrá el mono de trabajo para disputar sus terceros Juegos Olímpicos. "Pienso más en eso que en la rodilla", asegura. De lograrlo, serían los quintos en la historia para la Selección femenina (Barcelona 92, Atenas 2004, Pekín 2008 y Río 2016) y los cuartos para una Laia Palau que, a sus 40 años, es la historia viva del baloncesto femenino en nuestro país.

España, que no pierde ante Corea desde 1996, cerrará el torneo frente a China (8ª del ránking) el sábado y la Gran Bretaña del español Chema Buceta (18ª) el domingo. Pero con una victoria hoy, la Selección habría recorrido ya medio camino a Tokio.