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MUNDIAL DE CHINA | AUSTRALIA 82 - RÉP. CHECA 70

Australia peleará por su primera medalla contra España

Revancha del partido por el bronce de los Juegos de Río. La República Checa aguantó 25 minutos, pero se impuso la experiencia de los boomers (82-70).

Shanghai
Australia peleará por su primera medalla contra España
ALY SONGREUTERS

España y Australia volarán este jueves a Pekín en el mismo avión que fleta la FIBA. No hay cuentas personales pendientes entre ellos, pero sí cuando discuten acerca del sobrepeso de metal. A los boomers todavía les escuece la derrota (88-89) en el Carioca Arena en el partido por el bronce en los Juegos de Río. Pero más allá de eso, Australia está luchando por algo histórico. La primera medalla de su historia en un Mundial. Para hacerse una idea de la importancia de este resultado para Australia, cabe reseñar que su mejor resultado en un Mundial es un quinto puesto en 1982 y un séptimo en 1990. Es su primera semifinal de siempre.

La República Checa aguantó 25 minutos. Después de hacer un Eurobasket flojísimo en 2017 y de confirmarse la baja de Vesely, nadie esperaba nada de un equipo que se metió en cuartos de final jugando bien sus bazas con dos victorias estratégicas contra Turquía y Brasil que le han llevado a una instancia que, posiblemente, esté por encima de su baloncesto. Después de perder contra Estados Unidos y Grecia, cayó en cuartos contra Australia. Compitió hasta que pudo, unos 25 minutos. Luego intentó sostenerse, pero no tenía capital humano para más.

Australia sí lo tiene, aunque veterano. Mills, nacido en 1988, es una ametralladora; Bogut, en 1984, un pívot al estilo Marc que sabe leer el baloncesto; Ingles (1987) conoce los secretos FIBA y NBA. Luego está el durísimo Baynes (1986), algo así como un Felipe a la australiana; más Dellavedova (1990), Goulding (1988). La cita tenía una importancia trascendental para Australia y la veteranía de sus jugadores para templar emociones y abrochar una victoria que se celebra como algo histórico en el país. Sólo hacía falta ver esas camisas boomers en Shanghai. Habrá que acostumbrarse a verlas en Pekín.