El Bilbao Basket acuerda el regreso de Savovic
Actualmente ejercía de gerente en el Zaragoza. Ha pasado por casi todos los puestos en el club vizcaíno: jugador, presidente, director general, responsable de márketing...
![Savovic, el día de su despedida](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/OQWUEBYD4JPSFLXENUO43SFND4.jpg?auth=80b22979cde37938a0e6b7bd516de05307d3aa5851f571b5fc7bf739ed110eb5&width=360&height=203&smart=true)
Pedja Savovic dejó el Bilbao Basket hace tres años después de ocupar casi todos los puestos posibles. El nuevo consejo quería extinguir las reminiscencias del 'Arrindismo' y dio paso a nuevas caras. Su último cargo fue el de responsable de márketing; aunque también fue director general, un puesto en el que en este tiempo no se ha estabilizado nadie. Han pasado tres profesionales y ninguno ha tenido continuidad. Eduardo Gárate tomó en cierto modo el relevo, aunque ambos estuvieron un tiempo trabajando codo con codo. Diego Sáenz protagonizó un paso efímero y Javier Barcala ha estado presente en la era LEB Oro. Ahora el consejo ha acordado el regreso de un hombre que ejerció de jugador, presidente y director general. Llegó en 2004 a Bilbao y se despidió en 2016 con el sentimiento a flor de piel. Emprendió una aventura empresarial relacionada con el chocolate, una línea destinada a los niños, y estos dos últimos años ha retornado al baloncesto ACB, a la gerencia del Zaragoza, al que ya ha comunicado que se va a mediados de agosto.
La etapa de Savo como jugador abarcó una aventura en la NBA: militó en los Nuggets. De ahí pasó al Spirou Charleroi y entre 2004 y 2009 vistió la camiseta del Bilbao Basket. Jugó 134 partidos en ACB. Nacido en Pula (Croacia), se considera montenegrino y pese a no ocupar un papel estelar en el equipo (solía salir del banquillo para dar descanso a los primeros espadas y sacar a relucir su inteligencia en la pista), su carisma hizo que se ganara pronto al vestuario y a la platea. Tras colgar las botas (él sostiene que fue en un partido contra el Granca pero consta que fue contra el Fuenla, en su querida La Casilla, con cinco mil almas en pie coreando su nombre y luego llegó a jugar otro compromiso, de playoff, ante el TAU en el BEC), pasó al departamento de relaciones externas "porque borda la labor del trato personal", sostenían en la directiva. De ahí escaló a presidente, director general y, en los últimos tiempos, manejaba el márketing y la labor comercial del club.
"Le consideramos un ilustre de Bilbao, porque así lo es", indicó el contador Del Campo en su despedida. En ese acto, se acordó de muchos compañeros y profesionales del club, muchos de los cuales ya no estarán a su lado porque el Bilbao Basket los despidió hace un año por los problemas con la ingente deuda existente. Uno de ellos denunció por despido improcedente y un juez le ha dado la razón; la entidad se ha visto obligada a la readmisión y debe consignar el salario de todo este año, aunque ha decidido plantear un recurso. "He dado toda mi alma por este club ", se emocionó hace tres años el montenegrino.