BIELORRUSIA - ESPAÑA (17:30, CUATRO)

Entradas a menos de un euro para ver a España en Minsk

El sueldo medio apenas alcanza los 300 euros en Bielorrusia. España ya jugó hace casi 20 años en Minsk y viajó con jamón y solomillo. Lo recordó Alfonso Reyes en la web de la FEB.

Minsk
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Entradas a menos de un euro para ver a España en Minsk
SERGEY GAPON AFP

En Minsk, capital de Bielorrusia, se pueden ver cosas increíbles. Luce el sol y nieva. La explicación que dan los viandantes es sorprendente: “El sol está muy lejos, la nieve puede venir de cualquier parte con los vientos”. En tan singular plaza, y con unos 12 grados bajo en el exterior, jugó la Selección española, afortunadamente bajo techo, en el Sport Palace de Minsk, una construcción soviética antiquísima de los setenta, con una grada vertical que ni el Kop de Anfield y una pared enfrente. Pese a que los deportes que mandan en el país son el hockey hielo y el biathlon (los bielorrusos llevan dos oros y una plata en los Juegos de invierno de PyeongChang), hubo ambiente. El precio de las entradas no llegó al euro, pero eso no significa que sea barato. El sueldo medio en el país, hermano de sangre de Rusia (Blanca Rusia) y con buenas relaciones ahora con Venezuela (a finales de 2017 se ha suscrito una hoja de ruta económica), apenas alcanza los 300 euros.

España no pasará más de dos noches en Minsk, donde no era un día cualquiera. El 23 de febrero es el Día de los Defensores de la Patria, aunque ahora se celebra algo así como “el Día del Hombre” y salen a correr con el pecho descubierto. Las mujeres hacen regalos que son correspondidos el 8 de marzo. A algunos no les gusta el cambio. Junto a la plaza de la Victoria ayer se manifestaban nostálgicos de Lenin…y Stalin.

España, decíamos, no trajo excesivo material contra el frío. Y nada de alimentación. Poco que ver con el mes de diciembre de 1998. Hace casi 20 años que España también jugó en la capital de Bielorrusia un partido de Ventanas. Ganó 79-93 y formaban parte de aquella Selección estos jugadores: Angulo, Ferrán López, Corrales, Rodrigo de la Fuente, Herreros, Paraíso, De Miguel, Iñaki Romero, Dueñas y Alfonso Reyes. El actual presidente de la ABP recordaba en la página web de la FEB el frío… y la comida: “Hacía mucho frío, creo que a 25 bajo cero y, como el país no estaba en su mejor momento, nos llevamos de España jamón y solomillos porque no teníamos claro que nos pudiéramos alimentar bien. Eso nos alegró el viaje…”. En Bielorrusia, que en ese 1998 vivía una de las peores crisis que se le recuerdan, hay cosas que no cambian. El presidente, Aleksandr Lukashenko, está en el cargo desde 1994 (“creo que estará hasta que se muera, aquí la gente se cree que no hay otra cosa”, se lamentaba una empleada de la Federación bielorrusa) y hay quien le acusa de ser reelegido continuamente a través de elecciones fraudulentas y de ser el último dictador de Europa. La libertad de prensa está en cuestión. Los más viejos del lugar cuentan que en aquel viaje las habitaciones del hotel donde se alojaba la Selección tuvieron problemas con la calefacción. Ahora no llegamos a tanto.