El equipo de Joan Plaza hizo posible lo imposible. Derrotó al Fenerbahçe, actual campeón de Europa tras remontar, en una recta final de época, de leyenda, un partido que perdía a los 278 minutos por 45-55. La gran defensa de Alberto Díaz, el fugaz despertar de McCallum, la sobriedad final de Augustine, la garra de Carlos Suárez y en general, la fe, movieron la montaña y llenaron de pesar al laureadísimo Obradovic. Una formidable victoria.

Ambiente extraordinario en el Martín Carpena con presencia de unos ruidosos aficionados del Fenerbahçe. Tras empezar el partido con un triple de Waczynski, el juego estuvo detenido casi cuatro minutos porque el marcador se estropeó. Prometedor 6-0 que pronto equilibraron los otomanos (8-8 minuto 5) con cuatro puntos de Thompsom. El juego de los malagueños arrancó muy agresivo en defensa y el público, muy metido.

Un triple de Wanamaker y dos puntos más de Luigi Datome abrieron la primera brecha del partido para el campeón (8-13). Unicaja consigue un buen parcial de de 9-2 (17-15). Dos faltas seguidas de Jeff Brooks precipitan el estreno de Musli. Se llega al final del espectacular primer cuarto con 20-20.

El segundo acto arranca con parcial de 0-6. Joan Plaza tiene que parar el partido para corregir el conato de ‘pájara’ de sus hombres, sobre todo en el tiro exterior donde los turcos abren distancias (20-29 minuto 14). Unicaja anota sus primeros dos puntos casi cinco minutos después pero el Fenerbahçe vuela (22-32). Parcial de 2-12, conato de ruptura letal. Unicaja trata de reaccionar con Musli, muy motivado y efectivo bajo tableros. Con 28-34 ahora es Obradovic, puro nervio, quien pide tiempo muerto. Triple de Waczynski que deja el 36-41 don el que se llega al descanso. Unicaja aguantaba el tipo, pero con McCallum desaparecido y desafortunado en tanto que el indultado Musli (9 puntos, 3 rebotes y 14 de valoración sostenía a su equipo. En el Fenerbahçe Sloukas marcaba los tiempos.

El tercer cuarto mantenía las características del anterior. A Unicaja le costaba un mundo anotar y se cargaba de personales. Pero defendía con pasión y el campeón de Europa no se despegaba. El Carpena explotó con un gran triple de Milosavjlevic (43-45) contestado por Wanamaker. Encima, técnica a Nedovic por protestar. Los turcos volvieron a escaparse (43-52). Unicaja no arrojaba la toalla. La rigurosidad de los árbitros era extrema con los malagueños. No les perdonaban ni una. (45-55 minuto 27). El arbitraje fue sibilino y anticasero. Los verdes se aceleraron cayendo en errores por precipitación. Y McCallum seguía desastroso. Se llegó al minuto 30 con 50-57.

La recta final trajo los primeros cuatro puntos de McCallum y otro dos de Carlos Suárez y Augustine otros dos. El Carpena rugía como en sus mejores noches. El milagro era posible. 60-57. Parcial de 10-0.Obradovic no se lo podía creer. Tuvo que pedir tiempo muerto. Ahora quien estaba atascado era el Fenerbahçe. Para cortar la reacción, los árbitros pitaron la clásica técnica de amiguete a McCalum. El Unicaja no se arrugó (62-58 minuto 35). El parcial ya era 12-1. La mejoría de McCallum y Augustine se notaba. A falta de 2, 18 para el final, 68-60 era el increíble marcador. El parcial ya era 18-3 en estos ocho eléctricos minutos. ¡Qué gran defensa de Unicaja!

Los dos minutos finales fueron de infarto. El campeón de la Euroliga apretó el marcador con un triple tras una absurda pérdida de Milosavjlevic. Plaza detuvo el juego para templar ánimos. A falta de 1,19, 68-65. Y a falta de 33,7 segundos, 68-67. Sloukas, en el último segundo, falló el triple final y el Carpena estalló de júbilo. Unicaja ganó al rey de Europa