En Bilbao no paran de surgir focos incendiarios. Se sofoca uno económico o burocrático y surge otro deportivo. Tras alcanzar una línea de crédito que se supone salva al club de entrar en concurso de acreedores y de la renuncia a la ACB, Sito Alonso ha expresado estos días sus serias dudas para seguir en Miribilla, aunque el verano pasado renovó por cinco temporadas. Echando la vista más atrás, en 2014 aterrizó desde San Sebastián en la capital vizcaína con un proyecto bajo el brazo que pretendía abarcar un plan de saneamiento y posteriormente un plan quinquenal con pretensiones de Euroliga y de poner en funcionamiento una cantera en Bizkaia. Esa hoja de ruta se ha ido viniendo abajo y el desgaste de estos meses con mil problemas y retrasos en los pagos hacen que el técnico zaragozano esté ahora más fuera que dentro del Bilbao. El enfriamiento de la relación con Dominion, soporte como patrocinador principal y gestor de las cuentas del club durante un año y medio, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Y los gallos del vestuario, Mumbrú y Hervelle, también notan el desgaste de una semana sí y otra también con los problemas de tesorería. 

Sito Alonso tiene una cláusula de 400.000 euros para equipos Euroliga y de la mitad para el resto. Es difícil que nadie pague semejante cantidad por contratarle. Pero el Bilbao está dispuesto a llegar a un acuerdo por menos de ese montante, y se ahora la voluminosa ficha del entrenador, al que con este anuncio le podría caer alguna oferta que ahora mismo no tiene sobre la mesa. El Barcelona le tenía en la agenda pero apuesta más firmemente por Jasikevicius y Baskonia y Granca son otras opciones, aunque aún no han puesto ninguna oferta sobre la mesa.