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HERBALIFE GRAN CANARIA93-LABORAL KUTXA 90

Salin decide un duelo tremendo entre Herbalife y Baskonia

El escolta selló la victoria desde el tiro libre. Precioso duelo de gigantes entre los pívots Omic y Bouroussis. Segunda derrota seguida de los vitorianos.

Brad Newley y Sitapha Savané ante Darko Planinic.
Brad Newley y Sitapha Savané ante Darko Planinic.Elvira Urquijo A.EFE
ACB

Un canto al baloncesto es lo que se ha vivido esta mañana en el bullicioso Gran Canaria Arena. El 93-90 final no es sino un indicador del espectáculo ofrecido por Herbalife y Laboral Kutxa. El primero, además, sueña todavía con la 4ª plaza tras ganar precisamente a su antecesor en la clasificación y afronta con la moral por las nubes su cita del miércoles en el infierno turco que le prepara el Galatasaray. Salin, al final, certificó la victoria insular antes unos heroicos Bouroussis, precioso su duelo con Omic, y James, dignos portadores del Carácter Baskonia.

Buscando alimentar la moral de sus tropas, probablemente desquiciar a Perasovic, seguramente motivado también por la suplencia inicial de Bouroussis, Aíto planteó el inicio del duelo con Savané como pívot titular en lugar de Alen Omic. No le pudo salir mejor la jugada al entrenador del Herbalife, pues cinco puntos seguidos del senegalés le daban la primera ventaja a los suyos, 5-4. El Baskonia, lejos de inquietarse siquiera lo más mínimo, reaccionó con dos triples de Bertans y Adams para empezar a marcar terreno (5-12). El base americano seguía percutiendo de 3, 9-17, y los de Perasovic amenazaban con romper el partido demasiado pronto.

Ocurría que, hasta el momento, Omic estaba desconectado. Pero fue entrar en erupción el volcán esloveno y, con él como epicentro, el Granca completó un parcial de 16-5, coronado con un tremendo mate de Rabaseda, que le permitió acabar el primer cuarto en igualdad de condiciones, 26-26.

Si Omic tardó en entrar en juego, más lo hizo el MVP de la ACB, un tal Bouroussis. Así, cuatro puntos seguidos del gigante griego nada más comenzar el segundo parcial le devolvieron la iniciativa al Laboral Kutxa, 26-30. Poco después llegó la primera canasta de Corbacho (cómo no, un triple) desde su esquina favorita, 29-35. A todo esto, Planinic (12 puntos al descanso) demostraba que domina como pocos en la ACB el tan sencillo, o no, bloqueo y continuación, lo que hacía imposible una remontada insular. Solo el 35-37 a falta de 4:57 para llegar al descanso inquietó a Perasovic, obligado como estaba en ese momento a parar el partido mediante un tiempo muerto. Bouroussis retó a Omic para conseguir una de las canastas de la jornada, y un 2+1 de James, tras una jugada cómplice del griego, le dio una importante ventaja el Baskonia al descanso, 41-48, ante un Gran Canaria impotente especialmente en ataque, trabado a veces, precipitado casi siempre, acaso desesperado ante la férrea defensa vitoriana.

Toda opción de victoria grancanaria pasaba por un intenso inicio del tercer cuarto. Y para jugadores intensos, Alen Omic y Eulis Báez, responsables de un rápido parcial de 6-0 que le dio al Granca su primera ventaja, 51-50, tras el lejano 26-24. El Herbalife se desmelenaba por momentos, impotente el Baskonia, y Pangos y Rabaseda terminaron de darle forma a un estupendo parcial de 14-0, 57-50, roto por los 5 primeros puntos de Blazic (57-55).

Ocurre que tanto Herbalife como Laboral Kutxa son dos equipos a los que hay que ganarle varias veces en el mismo partido, imposible como es ver en ambos acaso un atisbo de rendición. Los vitorianos, además, cuentan además con un griego barbudo, con pinta de divinidad, que, sin apenas hacer ruido, o sí, firmaba una estadística de 14 puntos y 10 rebotes al final del tercer parcial que permitía a los suyos rozar la delantera en el marcador (67-66).

Locura.

El último cuarto fue una auténtica locura, de tantas cosas que se vieron. James sacó su fusil, y en su duelo triplista con Seeley y Aguilar salía de momento favorecido el Gran Canaria (74-69). En un auténtico toma y daca, golpe a golpe, Bouroussis, quién si no, le volvió a dar la iniciativa al Baskonia con un triple (83-84). Cada balón quema, y sus manos de hielos queman hasta los balones más ardientes. Ni se inmutaba el hombre, broncas por aquí a sus compañeros, indicaciones de juego por allá.

James, con un triple de locura, daba un empate rápidamente roto por Omic (89-87). En el carrusel final de triples, pérdidas y locura, Salin selló la victoria desde el tiro libre. El Granca se la jugó a defender las últimas jugadas y un triple de Blazic casi le desgracia. Segunda derrota consecutiva en liga de los vitorianos. El Herbalife suma y sigue camino de Estambul. Y la clasificación, en un puño. Sigamos así.