El Unicaja empezó y acabó dubitativo y flotante. Pese a rebotear decentemente defendió de pena. Por eso perdió. Iba ganando 9-12 en el minuto siete pero no estaba despejado. Un parcial de 7-0 (16-12) con el poderoso alemán Zirbes y Guduric desde fuera machacando marcó el destino. 21-14 al final del primer cuarto. Ahí empezó y acabó todo. Jovic impuso su territorio y Stimac, exjugador malagueño, intimidó. No lo hizo más, pero puso su granito en la debacle de los de Plaza. El intento de Nedovic (desastroso de nuevo) en busca de su lucimiento, desalentador. Estrella Roja se fue al descanso con un 41-31 más producto de los errores tremendos del Unicaja que de los aciertos serbios. Ganaba el menos malo. Y así fue siempre.

Dos triples de Jamar Smith y otro de Thomas apretaron el marcador (51-46 minuto 25). Humo. Unicaja no aprovechó tres posesiones. Pérdidas y más pérdidas. Guduric y Jovic si rentabilizaron sus momentos (57-48). Unicaja estaba mal. Cooley, tosco y voluntarioso, se machacó a falta de ideas grupales. Los de Plaza adolecieron de dirección, cabeza, defensa, intensidad y talento (57-50 minuto 28). Simonovic clavó otro triple. 60-50. Cuando este jugador intervino, desmoronó a los verdes. Pocos momentos pero de calidad. Sus 12 puntos fueron cuatro triples irrefutables.

Jamar Smith trataba de levantar el ánimo desde 6,75 (60-53) Mas las pérdidas y precipitación eran un espasmo. El tramo final ofrecía un 60-57 esperanzador pero irreal. Los fallos en ataque ya no se compensan con el esfuerzo de leñador de Cooley. No hay manera. Otra vez Simonovic (65-57). Una técnica a Plaza dicta sentencia (68-67) Es el minuto 35. 6-9 de parcial y 74-66. Adiós.

El 2+1 +3 de Lazic dictó sentencia (82-71). Nedovic siguió con su festival de despropósito. Uno de los peores partidos de Unicaja en mucho tiempo. Ahora, a pensar en clasificarse para la Copa, nada menos que en la pista del Real Madrid.