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Baloncesto | ACB

Tres bases legendarios opinan sobre Ricky

Actualizado a

1.¿Qué es lo mejor de él? 2. ¿Y lo peor? 3. ¿Cómo pararle?

José Miguel Antúnez

1. "Es tremendamente polivalente y muy maduro para su edad. Un jugador que hace muchas cosas bien, aunque quizá en ninguna sea el mejor. Lee muy bien el juego y le da alegría al baloncesto, algo que no sólo agradece su equipo sino todos los aficionados".

2. "Su tiro. Debe mejorarlo con bote. Todavía, cuando está solo y bien posicionado, sus porcentajes son buenos, pero en acciones de bote debe pulir ciertos defectos".

3. "Le dejaría espacio. En el pick & roll, siempre pasaría por detrás, trataría de evitar que penetre y pueda doblar el balón, y le dejaría espacio para el tiro. Y es fundamental bloquearle en el rebote ofensivo, porque eso son a la postre balones recuperados".

José Luis Llorente

1. "Interpreta el partido muy bien, todo lo que sucede en la cancha. Tiene mucha habilidad para cambiar el ritmo del encuentro, sobre todo con robos de balón y corriendo".

2. "El tiro exterior. En el resto de facetas es espectacular, pero en esa no. Eso sí, puede mejorar con los años; es muy joven y con trabajo se puede experimentar un gran avance. Calderón es un buen ejemplo".

3. "El Real Madrid no debe obsesionarse en parar a Ricky. No es fácil de frenar, porque las cosas que hace no son defendibles, como robar o jugar al contraataque. Se mueve muy bien en situaciones de desorden o transición. Y busca ese tipo de acciones. Es muy listo y paciente para buscar posición de ventaja".

Juan Antonio Corbalán

1. "La gran virtud de Ricky es cómo domina el caos. Es un jugador que saca especial provecho cuando el partido no está ordenado, por su intuición y talento".

2. "Su lanzamiento exterior. A Ricky le gusta más la penetración, donde genera el juego del equipo, pero no se siente tan cómodo en el tiro".

3. "Hay que pararle en tu ataque. Es fundamental hacer un juego controlado para evitar el desorden y para que él tenga que jugar cinco contra cinco. Ahí es menos peligroso que en el cuatro contra cuatro, y en éste menos que en el tres contra tres. Llull podría defenderle mejor que Raúl, pero el problema es que luego los partidos cobran vida propia y prima el talento individual".