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Baloncesto | ACB | Real Madrid 96 - CAI 66

Repaso al CAI, minutos a Mirotic y silbidos a Plaza

Reyes volvió a ser el mejor del Real Madrid

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<b>UN DÍA MÁS. </b>Felipe Reyes penetra hacia canasta. Nadie en el CAI Zaragoza pudo frenar al cordobés.
UN DÍA MÁS. Felipe Reyes penetra hacia canasta. Nadie en el CAI Zaragoza pudo frenar al cordobés.

Mañana de bostezos... y de pitos. Lo primero fue producto de la superioridad del Real Madrid ante el CAI, que no tuvo hambre, lo que es un pecado imperdonable en quien trabaja por escapar del descenso. Lo segundo, producto de las decisiones de Joan Plaza, a quien parte de la grada le pasó factura por la eliminación europea. Bastaba mirar al tendido para palpar el disgusto y la ausencia de aficionados por el K.O. ante el Olympiacos. Podrá achacarse a la Semana Santa. Quizás, quizás, quizás, como la canción. Lo cierto es que sólo ante el Granada (5.100 espectadores) y el Murcia (5.600), Vistalegre registró peor entrada. Los que sí estuvieron asistieron al paseo del Madrid, que acabó con 30 puntos de renta (96-66) y que ya en el primer cuarto había finiquitado el asunto. De inicio, Llull y Tomas como base y escolta, oxígeno para Raúl y Bullock, con el kilometraje por las nubes. Y rápidamente los blancos abrieron brecha (15-6, min. 5) por el acierto de Massey y Reyes, quien sacaba al gigante Woods (2,16) a cinco metros y desde allí lo retrataba con ese tirito que ya es copyright en el pívot cordobés.

Reyes y Woods se sentaron y Van den Spiegel y Garcés se erigieron entonces en pareja de baile en la pintura. Un 0-8 del CAI -con Lescano de gran argumento- arregló las cosas al término del primer cuarto: 24-20. Fue un espejismo, pues Hervelle apretó en el segundo (45-33), Winston en el tercero (74-57) y en el cuarto fueron todos los blancos quienes disfrutaron de la avenida defensiva abierta por el CAI, donde Phillip se antojaba el único socio de Lescano.

Y así, con 81-57, Plaza sentó a Hervelle y dio entrada a Reyes (de nuevo el mejor) en vez de a Mirotic, y la grada silbó a Plaza. Y con 85-59 sentó a Van den Spiegel... pero entró Massey. Y más pitos, sólo atenuados cuando saltó Jorge Santana. Y por fin Mirotic. A 1:47 del final (94-65), ya con los títulos de crédito de una película en la que el asesino se desveló en el primer minuto.