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Final NBA | Celtics 131 - Lakers 92

Gasol se queda sin anillo

Los Celtics arrollaron a los Lakers en el sexto encuentro: 131-92

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<b>FIESTA VERDE. </b>El TD Banknorth Garden explotó al término del sexto encuentro de la final contra los Lakers. Boston había conquistado su 17º título de campeón de la NBA.
FIESTA VERDE. El TD Banknorth Garden explotó al término del sexto encuentro de la final contra los Lakers. Boston había conquistado su 17º título de campeón de la NBA.REUTERS / ap / afp

Ahora ya podemos pasar. Los antidisturbios, que cierran las calles cercanas al TD Banknorth Garden en previsión de altercados, nos permiten el paso. Los hinchas de los Celtics llevaban 21 años esperando este día en Boston, y hay quienes celebran las victorias con el gesto más crispado que quienes padecen la derrota. Entre estos últimos está Pau Gasol, que se queda sin anillo. "No quiero saber lo que se siente al perder una final de la NBA", dijo hace un par de semanas. Ahora lo sabe. Sus Lakers cayeron con estrépito por 131-92 en el sexto partido. Mala imagen. Derrota justa. Red Auerbach, esté donde esté, ya puede encender un puro para celebrarlo.

Apenas cinco metros separaban el duelo del vestuario de los Lakers de la fiesta celtic. Pierce llegaba del parquet ya con el trofeo de MVP en las manos. Lo mereció, fue el mejor de las finales, pero ayer volvió a quedar claro que él, junto a las otras hojas del Big Three (Allen y Garnett), no hacen sino liderar un equipo de guerrilleros. Un bloque que ha colocado la 17ª bandera de campeones en el techo del Garden. Las imágenes que el videomarcador ofreció antes del partido de históricos como Auerbach, Russell o Bird fueron presagio de lo que se vivió después. Duros en la grada, duros en el parquet. Intratables para unos Lakers que sólo mantuvieron el tipo con tres triples de Bryant en el arranque (12-13). Nada más. Al término del primer cuarto, los Celtics ya dominaban por cuatro (24-20). Garnett sumaba diez puntos y Gasol no se había estrenado. Ni siquiera la ausencia de Allen, que tuvo que irse al vestuario por un corte en el ojo izquierdo, permitió a los angelinos coger aire.

Festival. Se jugaba sin bases: en los Lakers era Bryant y no Farmar quien dirigía el ataque; en los Celtics, Rondo y Cassell estaban en el banquillo y House entraba, pero era Pierce quien agotaba los ataques. Gasol volvió a pista con 31-26, justo a tiempo para asistir al festival de triples de Posey (tres consecutivos), que rompió el partido. Allen regresó, de nuevo con el videomarcador de testigo (como en la resurrección de Pierce en el primer partido), y Garnett cerró el aluvión celtic al descanso con un 2+1 que llevaba el copyright de la canasta de las finales: saltó, le hicieron falta, se quedó suspendido en el aire y lanzó como si en lugar de un balón tuviera en su mano una pelota de tenis. Resumen: 58-35, los Lakers hundidos y los Celtics tomando a la carrera el túnel de vestuarios. Tenían prisa por llegar al título. Y el camino se tornó cuesta abajo gracias a los triples de Allen, el buen hacer de Rondo y los puntos de Garnett frente a unos Lakers donde Bryant había desaparecido y Gasol seguía sin aparecer (sus 11 puntos y ocho rebotes no esconden su mal partido).

Así las cosas, el marcador se sonrojó (30 de diferencia a 2:30 del final del tercer cuarto) y Rivers decidió sentar a Pierce. Y un minuto después a Garnett. ¿El anillo en sus manos? Sí, porque el último cuarto no debió haberse jugado, pues sólo deparó el berrinche de Odom y la ridiculez de Jackson al pintar y repintar su pizarra cuando la cosa estaba más que perdida (125-86, máxima ventaja local). El Maestro Zen fracasaba en su intento de superar al mítico Auerbach (nueve títulos cada uno), Gasol perdía su primera final NBA y los Celtics recuperaban verdor con su 17º campeonato. Alegría mayúscula para el Big Three, Allen, Pierce y Garnett, que hasta ahora no sabían lo que era ganar un título. Ya lo saben. Que enciendan un puro a lo Auerbach aunque no fumen.