"El reto de la NBA en Europa es a medio plazo"

Parece caminar en estas finales con una china en el zapato: la denuncia del árbitro Tim Donaghy sobre amaños en los playoffs de 2002 y 2005. ¿Enturbia esa polémica el duelo Celtics-Lakers?

No, las finales están por encima de todo eso, de la denuncia de un mentiroso. La fiscalía y el FBI han hecho una investigación completa y el señor Donaghy es el único culpable de un delito. Ha cargado contra sus colegas en un intento por demostrar que no fue el único involucrado en actividades criminales.

Dejemos las tinieblas, vamos a la luz del parqué. Ayer mismo le veía en televisión entregando los trofeos de campeón y MVP a Red Auerbach, KC Jones y Larry Bird en las finales de 1984. ¡Cómo pasa el tiempo!

Muy rápido, demasiado diría. Las cosas han cambiado mucho, no sólo en el baloncesto.

Lleva 24 años como comisionado de la NBA (relevó a Larry O'Brien en 1984, el año en el que Michael Jordan se hacía profesional). Es una pregunta a bocajarro, pero ¿de qué se siente más orgulloso?

Humm De tres cosas, sí, lo tengo claro. Primero: cuando llegué la NBA era una liga próxima a la bancarrota y en la que el público había perdido el interés. Se ha recuperado el espectáculo, la pasión por el baloncesto. Segundo: el Dream Team de Barcelona 92. Fue un punto de inflexión y la oportunidad de que los mejores jugadores de la NBA participaran en unos Juegos. Tercero: cuando se supo que Magic Johnson tenía SIDA. La forma de hacerlo público, la naturalidad con la que se trató la noticia fue un ejemplo del que todos aprendimos.

Veintiún años después tenemos otra final Celtics-Lakers. Es bienvenida por todos, especialmente por las televisiones.

Sí, pero el aficionado también ha disfrutado con finales en las que no estaban estos dos grandes equipos. Lo que no podemos negar es que los enfrentamientos Celtics-Lakers ocupan un lugar prioritario en la historia de la NBA. Supongo que lo tendrán también en el futuro.

Un futuro en el que la Liga podría llegar a Europa.

Sí, ya hemos dicho que es un reto a medio plazo. Se están construyendo grandes pabellones en Londres y Berlín, y eso es un paso previo para que pudiéramos hablar de una Liga a nivel internacional.

Por el momento, esa internacionalización se vive en las canchas de Estados Unidos.

Y es tremendamente beneficiosa para la NBA. Ahí están Nowitzki, Parker, Gasol, Calderón, Garbajosa ¿Qué dos jugadores españoles me faltan?

Le veo muy bien informado. Le faltan dos, uno está en Memphis

Ah, sí, Juan Carlos Navarro.

Y el otro en Portland.

Fernández, no Rodríguez.

Sí, aunque no va desencaminado, pues un Fernández (Rudy) aterriza la próxima temporada en los TrailBlazers.

Eso es bueno para los jugadores y para la Liga. Fíjense, ustedes podrían alinear cinco jugadores NBA ahora mismo en unos Juegos Olímpicos o en un Mundial. Eso da muestra de la mezcla de países, de estilos, de talentos en la Liga. Algo que cuando yo me convertí en comisionado era impensable.

El tiempo pasa, pero le veo a usted como en esas imágenes televisivas del Boston Garden. Bueno, sin el bigote...

Y con el pelo más blanco, pero con la misma energía. La NBA es un reto y hay que seguir trabajando para que cada vez sea mejor. En eso estamos.

¿Por cuánto tiempo?

No sé, no he decidido aún cuándo debo retirarme. Lo mismo lo dejo todo y me voy a la ACB. ¿Qué le parece?

Podemos proponer a Eduardo Portela un intercambio y que él se venga aquí.

Hecho.

No creo que él acepte.

Bueno, sólo era una idea (risas). Pues entonces seguiremos trabajando aquí como siempre lo hemos hecho. No hay nada más apasionante que la NBA.