Los Lakers siguen vivos

Volvemos a Boston, que equivale a decir que la final está viva. Volamos 4.100 kilómetros y nos reencontramos con una ciudad en la que el Beat L. A. se ha guardado por una semana, pero que ahora sonará con más fuerza. Gasol mantiene vivo el sueño de ganar la NBA, y con él sus Lakers, que batieron a los Celtics por 103-98 y colocaron el 3-2 en contra en la eliminatoria. Más cerca, pero al mismo tiempo tan lejos. El primer objetivo, el de recuperar anímicamente a sus chicos, lo consiguió Phil Jackson. Una terapia por cuyo diván se coló incluso el fútbol. "Hablamos de la situación que vivió el Chelsea tras perder con el Manchester United (final de la Champions). Quería saber el apoyo que les dio a sus jugadores para superar un golpe tan duro. Charlamos sobre el carácter de John Terry (quien falló el penalti decisivo) e intercambiamos ideas sobre la función del entrenador", reconoció Jackson, quien el sábado se reunió con Avram Grant, el destituido técnico del Chelsea.

Pues bien, los Lakers recuperaron el ánimo y bastó el primer cuarto para demostrarlo. Al final del mismo ya vencían por 17 puntos (39-22), un soplo de aire al que contribuyó decisivamente Bryant, que sumaba 15. Gasol llevaba cinco y en los Celtics sólo House se salvaba. La ventaja angelina aumentó hasta los 19 puntos (43-24), pero el movimiento de banquillo de Jackson­ (concedió a Bryant demasiado descanso y situó de golpe en cancha a Ariza y Mihm), permitió que Boston reaccionara­. Primero, con un secundario como Tony Allen, y luego, con el que hasta la fecha es el MVP de la final, Pierce, quien con un triple dejó la puerta abierta al descanso (55-52). Kobe y Gasol no anotaron en el segundo cuarto, mientras que la estrella de los Celtics se iba hasta los 21 puntos.

El propio Pierce dio la primera ventaja a los de Rivers (57-58) y Bryant cometió en ataque su cuarta falta personal. Jack Nicholson se quitaba las gafas y volvía a ponérselas. Nadie en el Staples lo veía claro. Surgió entonces Fisher, también Odom, por fin un batallador Gasol bajo aros, que de ese modo hizo trizas las críticas en los diarios californianos que él dice no leer.

Caído del cielo.

Tras el empate de Garnett (90-90), Pau anotó y gritó con gesto de rabia. Firmaba 19 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias, volvía a ser el fichaje caído del cielo que relanzó a los Lakers hacia el anillo. Alimentados por los tiros libres de Pierce, los Celtics aguantaron el tipo hasta que Bryant robó un balón y propició un contraataque que el propio MVP culminó en mate. Era tiempo de creer y los Lakers creían. Habrá que ver si el Master of Disaster (Maestro del Desastre) con que Los Angeles Times apodó a Phil Jackson el pasado sábado se torna con la victoria en un piropo a cinco columnas. Pecados periodísticos y terrenales. El maestro zen sabrá perdonarlos.

Reacciones de los protagonistas

Phil Jackson: "Pueden ocurrir muchas cosas"

Esta vez jugamos con agresividad todo el encuentro. No siempre actuamos con inteligencia y no siempre hicimos un buen juego, pero nunca nos faltó la dureza y la intensidad necesarias. Ahora, muchas cosas pueden suceder todavía".

Pau Gasol: "Ahora vamos a por el sexto"

Ahora vamos a por el sexto. Si ganamos, la presión para ellos será enorme. Somos conscientes de que será muy difícil y de que nadie ha conseguido remontar un 3-1 en contra en la historia de las finales NBA. Pero hay que intentarlo".