Frédéric Hermel

Es evidente que Tchouaméni ha hecho lo que querían su corazón y su cerebro y que se encuentra en el club idóneo para hacer crecer su enorme talento

Ancelotti es el entrenador más grande de la historia. El mejor, simplemente el mejor. . Ningún técnico ha ganado cuatro Champions. Y con dos clubes diferentes de dos países diferentes.

Anoche, cuando Karim levantó su quinta Champions me acordé de todo ello y me dije a mi mismo: Florentino tenía razón.

Francia ama al Madrid y Francia quiere ver ganar al Madrid. En Saint-Denis, el Madrid se sentirá en casa.

Kylian no marcará el gol de la victoria del Madrid contra el Liverpool. Nadie duda de que él es el futuro del Madrid. Pero el futuro debe empezar el 29 de mayo.

Estos momentos, como el que se va a vivir esta tarde en Cádiz, son una delicia para los enamorados del fútbol. Porque no existe cosa más bella que el disfrute de los madridistas.

El brasileño se va a marchar del Madrid y que lo pueda hacer por la puerta grande y sin 'mal rollo' será también una victoria de Ancelotti.

Carlo Ancelotti y el equipo blanco han recordado que el corazón y la emoción son lo único que vale de verdad para que el fútbol siga siendo atractivo.

Esta noche juegan también Ancelotti y Guardiola, cada uno desde su banquillo. Creo que es un buen momento para divertirnos con el juego de las siete diferencias entre ellos.

No hay mejor resumen de la conquista del campeonato nacional que éste: la Liga de Karim Benzema.

No sé si a Bale le importa irse correctamente del Madrid pero no hubiera estado mal, para el club y sus aficionados, que se hubiera despedido hoy, ...

Benzema era un seguro de vida en esta materia. Pero falló dos penaltisfrente a Osasuna que completaban un ciclo de tres fallos en cuatro intentos en dos partidos.

La semana pasada vi a Carvajal brillar como central contra el Chelsea y el domingo le vi jugar de lateral izquierdo y dar dos asistencias que valen una liga. Y me sentí un poco avergonzado.

Hay un elemento que hace intuir que el club blanco tendrá dos o quizás tres títulos que celebrar esta temporada. Lo podemos llamar el barómetro del antimadridismo.

Sólo es un partido pero me parece evidente que el Chelsea llega a la capital de España con la moral reforzada tras su victoria ante el Southampton.

Parece que el joven delantero brasileño está siendo ahora para Benzema lo que el propio Karim era para Cristiano. Es decir, un acompañante y un facilitador esencial.

Cuando se llega a los cuartos de final de la Champions, un club privado dónde se encuentran los ocho mejores equipos de Europa, se supone que el nivel es bastante similar.

Aunque la ausencia de Carlo Ancelotti es una desventaja notable para el Madrid no podemos esconder que apetece mucho ver a Davide en lugar de su padre.

Me parece un poco fuerte machacar a Ancelotti por lo que es, en realidad, un pequeño incidente táctico provocado por elementos ajenos a su calidad y profesionalismo.

Mientras el Madrid mira al Chelsea y a la Champions, el Barça se ilusiona con la Europa League. Porque cuando el Madrid sabe perfectamente hacia dónde va, el Barça da palos de ciego.

Carletto quiso subrayar que en el Bernabéu pasan cosas que no pasan en los demás estadios, que el Madrid hace cosas que los demás no saben hacer.

La cita que tiene hoy Mbappé con el Madrid y el Bernabéu aparece sin duda como un elemento decisivo para dar una salida definitiva al tango que el francés está bailando con el club blanco.

Si Ancelotti dice que Eduardo Camavinga es una opción para el encuentro de esta noche contra la Real, existe una posibilidad real de ver al francés sobre el césped.

Los gestitos de Vinicius durante los partidos, sus pequeñas provocaciones, sus repetidas quejas cuando le tocan están provocando cierto rechazo entre sus compañeros de profesión.

En el Real Madrid hay un reflejo pavloviano de culpar, atacar, por no decir destrozar, al entrenador cada vez que surge un resultado adverso