Solo la falta de precisión en los metros finales impidió al Atlético llevarse la victoria. La imagen de los del Cholo hace albergar optimismo de cara a la clasificación para Champions.
El argentino es un futbolista que, como diría el gran Mono Burgos, parecía que le había picado el ‘mosquito del Calderón’. Pero ya no.
El técnico no varió el plan ni en un campo difícil como El Sadar e incluyó en el once a Barrios, Koke, De Paul, Lemar y Griezmann. Siento menos dudas en el Cholo.
De nuevo, y esta vez en el Bernabéu, se vio la declaración de intenciones del Cholo con su once.
El madridista le cambió la cara a su equipo y es inexplicable que el colegiado, sin que nadie interfiriera su visión, no enseñara la segunda tarjeta al centrocampista. El central rojiblanco cometió una imprudencia.
Mención especial, que volvió a dar una ‘master class′ de fútbol total, currando sin balón, marcando y dando goles a Morata y Hermoso. Hizo bien Simeone en darle descanso.
Lo mejor para el Atlético fue el pase a la siguiente ronda. Correa, el agitador, resultó decisivo y Llorente fue el mejor atlético. Con esta victoria los rojiblancos soltarán lastre de la desconfianza que padecen.
Los rojiblancos fallaron unas ocasiones difíciles de explicar para la calidad que atesoran los atacantes del equipo madrileño. Fernando, portero del Almería, fue el mejor.
Dos caras diferentes las vistas por el Atlético en su partido ante el Barça, una, en la que los del Cholo salieron con el corsé...
En estos tiempos de confusión rojiblanca, no encuentro mejor imagen que la de Antoine para renovar el carnet de ilusión de los atléticos para 2023.
Entiendo la meritocracia del resto de delanteros, pero ante un rival contra diez, tiene que aparecer antes tu futbolista más talentoso. Aun así, volvió a fallar la eficacia.
En O Dragao fue otra escenificación del repertorio rojiblanco por Europa. De nuevo se instalan los apuros en un vestuario que tiene que demostrar que va a muerte con su entrenador.
El equipo rojiblanco realizó un primer tiempo digno, pero en el segundo mutó hasta ser un bloque sin alma. João Félix entró para ser el futbolista diferencial que anhela la afición.
Un día después de recoger el suspenso de la Champions, no hay consuelo para la familia rojiblanca. Con la crueldad de la última jugada haciendo mella en la decepción.
Detecto hace ya unos partidos, que la vuelta a los orígenes, ese 4-4-2, es la vuelta de ese Atleti macizo, con un centro macizo e irritante para el rival.
Los de Simeone tienen de nuevo las ideas claras y se parecen a ese equipo amargo para el rival con el sello choliano. Eso sí, toca mejorar la toma de decisiones en los últimos metros.
No hay mejor mensaje para el Cholo y su credibilidad que ver al francés dignificar la profesión. Como Reinildo, que demostró en San Mamés que defender puede ser un arte.
Se vienen unas semanas donde Simeone tendrá que demostrar (no tengo dudas) la personalidad que le ha llevado a ser el mejor entrenador de la historia rojiblanca.
El Atlético tiene que bajarse de ese Dragon Khan de sensaciones. Veo un punto de inflexión desde Sevilla, con la hoja de ruta clara.
El Atleti le regaló al capitán en su 554 partido con la rojiblanca, ¡felicidades!, un partido a su imagen y semejanza, fiable, efectivo.
El Atlético fue por momentos un equipo intenso, desagradable para el rival y equilibrado. Ahora hay que sumar el talento y el desequilibrio para que suene mejor.
El técnico busca su equipo tipo todavía. Lo vemos con los cambios en los descansos y en las pruebas en el centro del campo y los carriles. Urge ser un Atlético amargo e identificable.
Por primera vez desde que se inició la temporada el Atlético pudo navegar tranquilo en un partido. La contundencia de la que habla tanto el Cholo encontró destino en el trance ante el Celta...
El equipo sigue sin completar un partido redondo. Solo Correa alteró la paz del Oporto y el francés arriesgó la cara en el 2-1.
“Para subir un peldaño, los del Cholo necesitan que el tridente del medio campo tenga mayor soltura para crear...De nuevo, me gustó la actitud con la que salen los suplentes”.
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