El equipo rojiblanco cayó ante el Betis y realizó una primera mitad bochornosa, lamentable. El Barcelona está a diez puntos y luchar por el título parece casi imposible. La afición está desencantada con los de Simeone.
El noruego falló ocasiones clarísimas para que el Atlético hubiese tenido una noche tranquila. Pero falló lo imposible. El árbitro pitó un penalti surrealista.
El estadio Metropolitano vivió una jornada festiva, con más de 60.000 aficionados en las gradas. Vinieron peñas de toda España y del extranjero. Y la gente animó a tope y se lo pasó en grande. Día de las Peñas redondo.
¿Qué culpa tiene un aficionado del Atlético del otro fondo del estadio Metropolitano que tuvo un buen comportamiento en el derbi y que salió del estadio abochornado por lo que pasó?
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