¿Quién se llevaría el dinero si nadie ganase ‘El Gordo’ de la Lotería de Navidad?
Al haber un porcentaje de décimos que cada año se quedan sin vender, existe la posibilidad de que el número agraciado no haya vendido ningún décimo.
Todo el mundo sabe que los ganadores del Gordo de la Lotería de Navidad nunca se llevan los 400.000 euros por décimo íntegros. Hacienda se queda una buena parte de los premios de los juegos de azar, concretamente el 20% de los premios superiores a 40.000 euros. Cada año hay varios agraciados en España con el mayor premio de la Lotería de Navidad. Sin embargo, también cada año hay un porcentaje de décimos que no se venden. ¿Qué pasaría si uno de los números que no se ha vendido fuera el que coincidiera con el Gordo?
Esto es algo que ha sucedido una sola vez en la historia, o al menos es la única que se conoce. Ocurrió el 22 de diciembre de 1931 en la Casa de la Moneda, donde se celebraba el Sorteo de Navidad. A falta de menos de 30 bolas, todos los grandes premios habían salido, pero llegaba el final del evento y el más grande de todos aún no había salido.
Cerca de las 11:30 salió el número 24.717 acompañado por el característico canto de los niños de San Ildefonso correspondiente al Gordo, que por aquella época era “Quince millones de pesetas”. Los presentes en la sala y aquellos que estaban siguiendo el sorteo por la radio aguardaban impacientes para conocer las localidades afortunadas. Hasta que de repente se escuchó: “¡Oído a la caja! El 24.717, ¡a la reserva!”.
El Gordo se lo lleva Hacienda
Resultó que el número en cuestión no se había vendido y el Gordo de Navidad, compuesto por dos series que sumaban 30 millones de pesetas, fue a parar a la Hacienda Pública. “¡Fuera! ¡No vale! ¡No hay derecho!”, se escuchaba en la sala, tal y como recogió el cronista de ABC allí presente aquel día. Según este periodista, el ministro de Hacienda, Jaime Carner Romeu, sonrió misteriosamente al ver que el premio iba a las arcas públicas.
“No cabe duda que este año la Lotería ha venido a remediar a un jugador modesto y de los más necesitados”, sentenciaba el cronista. Ese año, el Estado había presupuestado 435 millones de pesetas, pero solo recaudó 409 millones con la venta de boletos, por lo que ‘jugaba’ en su propia Lotería más de 25 millones de pesetas. “Lo único que podrán decir es que soy un hombre con suerte”, declaró Carner Romeu, nombrado ministro de Hacienda pocos días antes del sorteo. “España necesita muchos millones y yo he venido a este cargo a luchar por conseguirlos, a restringir los gastos y aumentar los ingresos”, sentenció el ministro.