¿Qué es un número capicúa y por qué son tan buscados en la Lotería de Navidad?
Te contamos qué es un número capicúa y por qué se buscan tanto en los sorteos de lotería y, concretamente, en el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad
En el mundo de la Lotería de Navidad hay muchas manías. Hay quien prefiere elegir los números “bonitos” y algunos buscan números de eventos que han sucedido a lo largo del año. Otros prefieren jugar su suerte siempre al mismo décimo, bien sea por tradición familiar o por superstición.
¿Por qué se eligen los números capicúas?
Cada año se eligen cientos de números de la Lotería de Navidad de forma consciente, sin que el azar influya en el juego. Uno de los formatos más llamativos es el de los números capicúas. Aquellos que se leen igual de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Pongamos un ejemplo. El 23.032 sería capicúa. Otro capicúa sería el 14.341. Son números llamativos de cara al jugador, pero poco afortunados.
De hecho, ‘El Gordo’ de la Lotería de Navidad nunca ha caído en un número capicúa. En cambio, sí que han sido premiadas terminaciones de ‘El Gordo’ capicúas: 25.444, 25.888, 35.999 y 55.666. Volviendo a las cinco cifras, aunque se trate de uno de los formatos más demandados, los números capicúas no suelen tener mucha suerte.
Aún con ello, la misma página web de Loterías y Apuestas del Estado tiene un buscador que permite filtrar nuestro número. Podemos elegir un número (sin saber cuál será hasta que lo hayamos comprado) que sea capicúa, no quebrado (con la centena distinta de cero) o que no tenga las cifras repetidas consecutiva.
Los capicúas, no quebrados y números sin cifras repetidas consecutivas forman parte de los llamados “números bonitos”. También habría que sumar los números altos, que suelen gustar más que los bajos.
Sea como fuere, el Sorteo de la Lotería de Navidad pone en juego cada año 100.000 números distintos y todos tienen las mismas opciones. A la vista de los resultados, parece evidente que la elección de un número capicúa no obedece a la razón. Sólo es cuestión de manías y supersticiones. Que comience el sorteo.