La historia de Diego López, el primer niño que cantó la Lotería de Navidad con un “gracioso soniquete”
Hace más de dos siglos que comenzó la tradición de que los niños del Colegio de San Ildefonso fueran los que cantaran los números del sorteo.
Han pasado 250 años desde que tuvo lugar la primera vez que un niño del Colegio de San Ildefonso cantaba los números del sorteo de la Lotería de Navidad. Fue el 9 de marzo de 1771, cuando un jovencísimo Diego López comenzaba una tradición, la de cantar con un “gracioso soniquete”, que continúa más de dos siglos después de aquel día. Hacienda otorgó al colegio 500 reales, una limosna muy generosa en aquellos tiempos, por los servicios prestados.
Desde entonces, cada año los niños de San Ildefonso son los encargados de repartir ilusión y suerte entre los españoles cada sorteo de la Lotería de Navidad. Aunque aquella fue la primera vez que el colegio participaba en el evento, la creación de este se remonta varios siglos atrás. A pesar de que no hay documentación que determine la fecha exacta de su origen, este se encuentra en las guerras y pestes que asolaron Castilla entre mediados del siglo XIV y mediados del siglo XV. En su origen, se concibió como un centro de beneficiencia que acogía a niños abandonados.
Ya existía con los Reyes Católicos
La primera vez que se hace referencia a esta escuela es en un escrito de Felipe II, rey de España entre 1556 y 1598, en el que informaba del traslado de 34 niños del Hospital de Convalecencia a la “casa de los niños doctrinos de San Ildefonso”. El siguiente documento en el que se nombre el centro escolar es el libro ‘Historia de la Antigüedad, Nobleza y Grandeza de la Villa de Madrid’, escrito en 1626.
En este libro, Jerónimo de Quintana nombra su origen: “En el Colegio de San Ildefonso se crían los niños que llaman de la doctrina. No se ha podido alcanzar a saber el principio de su fundación, ni quién lo fundase, por su mucha antigüedad. Solo se halla memoria de él en un privilegio de los señores Reyes Católicos por los años de mil y cuatrocientos y setenta y ocho, en que hacen merced de cierta limosna a este colegio”.
El momento más importante de esta institución fue en el siglo XVIII, cuando Carlos III promovió su ‘Plan General de Beneficiencia’, que revolucionaba la educación basándose en la disciplina y el trabajo, la participación de un profesorado especializado y la paulatina eliminación de los métodos represivos.
“Aumentar los ingresos del erario público”
El primer sorteo de la Lotería de Navidad en España se celebró en Cádiz en 1763, que dejó 133.600 reales en las arcas del Estado. Leopoldo de Gregorio, ministro de Hacienda, fue el principal valedor de este evento, aunque fue Ciriaco González Carvajal, ministro del Consejo y Cámara de Indias, quien lo aprobó. “Es un medio válido e importante para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto para los contribuyentes españoles”, defendía González Carvajal.
El nuevo proyecto de Loterías, presentado durante la Guerra de la Independencia, fue aprobado sin votos en contra en las Cortes de Cádiz, lo que demuestra la gran acogida que tuvo. Con el nuevo proyecto, el sorteo pasó a llamarse ‘Lotería Moderna’, y el Estado se reservaba el 25% de lo recaudado. Eso fue en 1768, tres años antes de que la Lotería cambiara su sede y se mudara a Madrid, donde se ha seguido celebrando hasta hoy, con la participación ininterrumpida de los niños de San Ildefonso.