El triste final del negocio de uno de los ganadores más jóvenes de Euromillones

En 2012, el británico Matthew Topham y su esposa Cassey ganaron 45 millones de libras, es decir, unos 52 millones de euros, después de que ganara el bote en el sorteo de Euromillones. Con esa cantidad, la pareja invirtió el dinero en la adquisición del zoológico Rushmoor Country Park por casi 700.000 euros.

Un espacio que contaba con caballos, cerdos, cabras pigmeas, llamas y patos, así como otros animales entre los que se encontraban halcones, búhos, gavilanes y un águila marina. Sin embargo, una década después, la situación financiera del matrimonio cambió radicalmente. El negocio, que acumula deudas por casi medio millón de euros según las cuentas de Companies House, se encuentra “cerrado permanentemente”.

De hecho, un año antes de cerrar el zoológico, el personal llegó a pedir donaciones y vendía gallinas a 20 libras la unidad, según informa ‘The Sun’. Así anunciaron el cierre del negocio. “Después de pensarlo mucho, hemos tomado la decisión de no abrir este año. Mantendremos informados a todos sobre los planes futuros, una vez que se hayan decidido”, escribieron.

Sin embargo, lo peor no quedó ahí, ya que el mencionado diario británico destacó que, en el año 2019, Topham fue acusado de ser el causante de la muerte de Mary Jane Regler, una mujer de 75 años que falleció en un accidente de tráfico por el choque frontal de su coche con el del ganador de Euromillones en 2012, que tuvo lugar durante la tarde del día de Navidad.

El esposo Regler, Rodney, resultó herido grave en el accidente de Lincolnshire. Finalmente, el jurado en Lincoln Crown Court absolvió a Topham de causar la muerte por conducción peligrosa en 2021, a pesar de que admitió un cargo menor de conducción negligente antes del juicio. Matt fue destituido como director del zoológico en septiembre, y su esposa Cassey asumió como directora única, según muestran las cuentas.

Pierde 210 millones por no tener saldo en el banco

Aun así, la historia de Topham no es la única que destaca por su desenlace negativo. Otra ganadora de Euromillones, la estudiante universitaria Rachel Kennedy, perdió 210 millones de euros después de hacerse con el premio. La joven cometió el grave error de no percatarse de que la aplicación que resultó ganadora, no estaba confirmada al no haber sellado la apuesta. No había dinero en la aplicación y por ende, no se pudo confirmar la participación en el sorteo.

Los números que había utilizado en la apuesta durante cinco semanas seguidas (6, 12, 22, 29, 33, 6 y 11) habían sido sorteados el 26 de febrero de 2021, ninguno se dio cuenta que faltaba saldo. Finalmente, fue un acertante suizo quien se llevó el bote.