El asesor financiero Juan Antonio Belmonte explica qué hacer si te toca la Lotería: “Puedes llegar a duplicar o triplicar el premio”
El experto habla con Diario AS sobre cómo gestionar el dinero de un primer premio y cómo de importante es mantener la calma en los primeros días.
Si llevas un décimo de la Lotería de Navidad es porque crees que te puede tocar. Si crees que te puede tocar, también habrás imaginado la cantidad de dinero a ingresar. Y con esas cifras en mente, habrás pensado en qué gastarías el premio: un coche, cancelar la hipoteca, un viaje… Sin embargo, ¿qué hacemos con el dinero que ‘nos sobra’ después de los gastos iniciales?
Juan Antonio Belmonte Cegarra es consultor en la banca privada, delegado del Comité de Servicios a Asociados en Murcia de la Asociación Europea de Planificación Financiera (EFPA) y en 2021 fue escogido por Citywire como el mejor banquero privado de España. Belmonte explica a Diario AS cómo hay que distribuir el premio, en caso de que toque, y por qué es tan importante gestionar las emociones iniciales.
¿Qué es lo primero que tiene que hacer alguien a quien le toque un premio como ‘el Gordo’?
Cuando a alguien le toca un premio como el gordo, lo primero que le digo es que mantenga la tranquilidad y darle la enhorabuena. Pero lo primero es la tranquilidad y no precipitarse. Si a mí me tocase, yo me pasaría una semana sin hacer nada, me esperaría a después de Reyes para ver qué hago con el dinero. Obviamente, lo deposito, eso sí. Me toca y automáticamente lo deposito en el banco, lo más rápido posible. Si me tocase este viernes, el mismo martes estaría depositándolo, o el mismo día 22 que están abiertos los bancos.
¿Por qué es importante esa calma inicial?
Porque las emociones hacen tomar decisiones precipitadas. Sin pensarlo, hay gente que dice ‘le voy a dar 30.000 euros a mi hijo’. No, no, no, mantén la tranquilidad. En caliente no tomes ninguna decisión. Disfruta de lo que te ha tocado, de la Navidad, y a partir del día 8 [de enero] te sientas y piensas qué hacer con el dinero. Pero los primeros días no te lo gastes, no te vayas de viaje, no canceles la hipoteca, que lo harás, pero espérate.
¿Qué hacemos entonces una vez ha pasado la Navidad?
Te sientas con un asesor financiero, el de tu entidad bancaria o uno independiente, y depende de la cantidad que te haya tocado, decides lo que quieres hacer con ese dinero. Al dinero hay que ponerle siempre un objetivo, el dinero de por sí no vale para nada. Piensa en si quieres hacer un viaje, si quieres ayudar a tus hijos, si quieres cancelar la hipoteca, dejarlo para la jubilación… puedes diversificar el dinero, por ejemplo, si quieres un coche, ponerte un límite de 50.000 euros. Es decir, hay que marcarse unos objetivos, y en base a ellos, elaborar un plan para el dinero y cómo lo gestiono.
¿Qué no hay que hacer?
Lo primero, como hemos dicho, tomar decisiones precipitadas. El principal error es derrochar el dinero, y gastarlo de forma compulsiva. Yo he visto casos de personas que compran cosas que luego hay que mantenerlas. Por ejemplo, si compras una casa con el dinero del premio, luego no puedes mantenerla por los impuestos que conlleva. Hay que utilizar el sentido común y la cabeza.
¿A partir de qué cuantía recomiendas ponerse en manos de un asesor financiero?
Con un premio de 400.000 euros al décimo, o con lo que se queda después de impuestos, que son unos 328.000 euros, yo me sentaría con alguien para que me asesorara y me dijera las alternativas. Con un primer premio, sin duda. Al final, es ponerse en manos de un especialista. Si te encuentras mal, vas al médico. Si te ocurre algo en el coche, vas al mecánico. Con el dinero también nos pueden ayudar.
Pongamos el siguiente ejemplo: destinamos unos 50.000 euros del Gordo a gastos personales. ¿Qué hacemos con los 278.000 restantes?
Es que depende de cada uno, es una decisión muy personal. Hay que saber cuánto dinero estamos dispuestos a perder antes de hacer una inversión. Hay un concepto que se usa mucho, el del ‘umbral del sueño’. Es decir, hasta qué punto a mí me va a quitar el sueño perder una cantidad determinada de dinero. En este ejemplo, si invierto 280.000 y al día siguiente tengo 250.000, tengo que saber si esa pérdida de 30.000 euros me va a quitar el sueño o no. Siempre le digo a mis clientes que el dinero no es para complicarse la vida, que es para que estemos tranquilos. La pregunta es, hasta dónde estoy dispuesto asumir tener menos dinero.
Sin embargo, hoy en día tenemos depósitos fijos que pagan tipos de interés y puedes conseguir un 3% o un 4% sin asumir riesgo o volatilidad. Pones el dinero en un depósito, en un plazo fijo, o en letras del tesoro, que se han puesto muy de moda este año, y no asumes nada de volatilidad. Si lo que quieres es más rentabilidad, tendrás que sumar más riesgos en momentos puntuales.
¿Y el mercado inmobiliario, es bueno para invertir ese dinero?
En España, el mercado inmobiliario siempre ha sido una buena alternativa, pero hoy día, con lo que ha subido el precio de la vivienda, tampoco puedes hacer una gran inversión. En este caso también hay que ponerle un objetivo al dinero. ¿Para qué quiero comprarme una casa? Si la quiero para alquilarlo y sacarle una rentabilidad, hay que pensar la zona y la ciudad. También los inquilinos que vas a meter. Porque al final, imagínate que no buscas un buen inquilino, o no puedes hacer frente a los impuestos que supone comprar una vivienda, y acabas perdiendo dinero. Hay que preguntarse para qué quiero comprar una vivienda, porque pensamos que comprarla no conlleva riesgo, y si lo lleva, el inquilino puede no pagarte o la casa puede derrumbarse, por poner un ejemplo. Hay que pensar antes de actuar.
Como asesor, ¿calmar las emociones del cliente es parte de tu trabajo?
Es fundamental. El ser humano es muy emocional. Cuando hay un bajón en la bolsa, enseguida te llama el cliente. Lo que siempre les digo es que hablamos mañana. Nos esperamos un día. Lo tranquilizo en ese momento y no tomamos decisiones justo ahí. Las tomamos al día siguiente, a no ser que sea muy urgente. Durante la COVID-19, mucha gente se puso nerviosa, es normal, pero al tiempo los mercados se estabilizaron. Entonces, esas personas perdieron un 20% o un 30%. Pero quien tuvo un asesor que lo tranquilizó, no perdió nada, al contrario, ha salido ganando.
¿Cómo de importante es la confianza en la relación cliente-asesor? En ocasiones, las personas dudan ponerse en manos de un asesor porque piensan que les van a engañar
A ver, en todas las entidades financieras de España, las personas que te asesoran tienen que estar acreditadas por ley. La gente puede estar tranquila en ese aspecto, la persona que le va a orientar, está acreditada. Es como si vas al centro de salud, sabes que el médico no te va a engañar. Eso no quiere decir que haya médicos mejores y peores, y médicos que te den más o menos confianza. Con un asesor ocurre lo mismo, tienes que buscar un buen asesor, certificado, que te dé seguridad. También puedes pedir la acreditación al asesor para saber que es legal.
Y otra cosa que recomiendo, es que el premiado contactara con dos profesionales. Así recoges dos opiniones diferentes, como a veces ocurre con los médicos, que vamos a más de uno para ver qué piensan.
¿Cuánto tarda una inversión en dar una rentabilidad que sea visible para el cliente?
Depende del plazo que pongas. Este año hay muy buena opción en la renta fija, es decir, un tipo entre 3% y 4%. Imaginemos que al premio de 328.000 le consigues sacar un interés del 4%. Le estarías sacando de rentabilidad unos 13.000 euros brutos al año (10.600 netos). Si lo traduzco a neto, estaría ganando todos los meses en torno a 900 euros. Una de las maravillas del mundo es el interés compuesto, es decir, que si no tocas los intereses y mes a mes, o año a año, lo vas dejando, puedes llegar a duplicar o triplicar el premio.
Pongamos el mismo ejemplo. Consigues un interés del 4% y en un año ganas esos 10.600 euros. Si no los retiras, tu dinero depositado es ahora de 340.000 euros. En aproximadamente unos ocho o diez años, podrías tener el doble de lo que tenías.