La Lotería de Navidad está a la vuelta de la esquina. El sorteo más esperado del año llega este lunes 22 de diciembre y con él se juntan las ilusiones de millones de españoles. Todos sueñan con que su número sea premiado con el primero. El Gordo. 400.000 euros a un solo décimo, 328.000 euros netos después de tributar a Hacienda. Todo el mundo piensa qué haría si le tocara semejante cantidad. Viajes, cancelación de hipotecas, inversiones, sueños…

Pero lo cierto es que hay que mantener la calma. Y no dar ningún paso en falso si somos premiados con una cantidad muy alta. Para saber qué hacer, qué mejor que acudir a un analista y experto financiero para saber qué hacer con nuestro dinero. Alfredo Barandiarán creó hace 10 años Economía Responsable, una web se puede “encontrar toda la información actualizada sobre cuentas bancarias, de ahorro, depósitos, hipotecas, inversiones y fondos monetarios”. A ello le suma sus canales de Youtube, Whatsapp y Telegram, donde asesora, analiza y explica el mundo de las inversiones y las finanzas.

Barandiarán explica en Diario As de forma pormenorizada qué habría que hacer si te toca El Gordo, desde el mismo momento que sale la bola premiada hasta dónde puedes invertir a largo plazo. Para no dar pasos en falso y que uno de los mejores días de nuestra vida se convierta en una pesadilla.

Pregunta: ¿Qué es lo que se recomienda hacer nada más saber que te ha tocado El Gordo? ¿Y una vez que se recoja premio?

Respuesta: Te va a sonar contraintuitivo, pero lo primero que recomiendo es parar. Literalmente, no hacer nada importante durante las primeras horas o incluso los primeros días. El mayor riesgo en ese momento no es perder el dinero, sino tomar malas decisiones empujado por la euforia o la presión de los demás.

Yo siempre digo que hay que mantener una “cuarentena emocional”. En ese estado de shock no deberías invertir, ni prestar dinero, ni comprarte un coche de lujo, ni mucho menos prometer ayuda económica a nadie. Las decisiones que tomas en caliente suelen ser las más caras a largo plazo.

P: ¿Qué no hay que hacer bajo ningún concepto si te toca El Gordo o un gran premio?

R: Los mayores errores no vienen por falta de dinero, sino por exceso de confianza. Hay tres cosas que yo prohibiría:

Primero, entrar en negocios porque “te lo propone un conocido”. El clásico “tengo una oportunidad única para ti” es la mayor señal de alerta. Si no entiendes el negocio o no hay números claros, huye. Tener dinero no te convierte por arte de magia en un inversor profesional.

Segundo, contratar productos financieros complejos que no entiendes. Si no sabes explicar cómo se gana el dinero en esa inversión, tampoco entenderás cómo puedes perderlo.

Y tercero, cambiar radicalmente de nivel de vida de la noche a la mañana. Ese salto brusco genera una dependencia del dinero muy peligrosa y, si cometes errores, luego es muy difícil volver atrás. El premio hay que tratarlo como un patrimonio que hay que gestionar, no como una fuente infinita de billetes. El Gordo no garantiza seguridad de por vida si no hay un plan detrás.

“Los mayores errores no vienen por falta de dinero, sino por exceso de confianza”

Alfredo Barandiarán

P: En algunos casos, la gente se topa con una cantidad de dinero demasiado elevada, y no sabe cómo gestionarlo. ¿Qué recomiendas hacer?

R: Lo primero es entender que es normal sentirse así; nadie nace sabiendo gestionar millones. Yo recomiendo dividir el proceso en tres fases claras: seguridad, asesoramiento y estrategia. Primero poner el dinero en productos que nos den rentabilidad y que sean seguros, luego dejarnos asesorar e invertir en aquellos que conocemos con una planificación a largo plazo.

En este punto, buscar ayuda profesional es de inteligentes, no de débiles. Pero ojo, busca asesores independientes que no te empujen a invertir, sino que te ayuden a decidir. Un buen asesor es el que te pregunta “¿qué quieres conseguir?” antes de decirte “¿dónde poner el dinero?”.

P: A la hora de invertir y destinar el dinero ganado, ¿cómo se debería repartir?

R: No hay una receta mágica para todos, pero una estructura que funciona muy bien por su equilibrio sería algo así como un “reparto por bloques”:

Primero, un bloque de seguridad y liquidez (un 20-30%). Esto es para dormir tranquilo. Cuentas de ahorro, depósitos o letras del Tesoro que te den disponibilidad inmediata y cero sustos.

Segundo, el núcleo de la cartera (un 40-60%). Aquí hablamos de inversión a largo plazo para que el dinero no pierda valor. Yo soy muy partidario de la renta variable diversificada a través de índices globales, como el MSCI World. Es lo que históricamente mejor ha protegido el poder adquisitivo.

Y tercero, activos reales (un 10-20%). Aquí entra el oro, que es un gran refugio, o la inversión inmobiliaria, siempre que esté bien gestionada.

“¿Cancelar la hipoteca? Es la pregunta del millón, saca la calculadora"

Alfredo Barandiarán

P: ¿Se recomienda cancelar la hipoteca si se gana un premio mayor?

R: Esa es la pregunta del millón, y la respuesta es: saca la calculadora. No te fijes solo en la cuota mensual, fíjate en los intereses que te quedan por pagar.

Si acabas de empezar la hipoteca, los intereses son muy altos y puede ser una buena idea amortizar. Pero si te quedan pocos años, lo que estás pagando es casi todo capital y los intereses son bajos.

Para personas con un perfil más arriesgado, invertir el dinero en renta variable o bonos a largo plazo te hacen obtener una mayor rentabilidad que si cancelas tu hipoteca.

P. En caso de que nos toque el Gordo, o alguno de los primeros premios con mayor cuantía, ¿cuál sería la inversión más indicada a realizar con ese dinero?

R: Más que una inversión concreta, lo importante es la diversificación y una estrategia a largo plazo. Cuando llega una gran cantidad de dinero, el objetivo no es acertar con un activo puntual, sino construir una cartera equilibrada que bata la inflación de forma sostenible.

Una cartera bien diversificada podría estructurarse así, siempre en rangos y adaptándolo al perfil de riesgo:

• 20 % – 40 % en fondos monetariosPara liquidez, estabilidad y capacidad de reacción.
• 10 % – 20 % en bonos a más largo plazoPara reducir volatilidad y aportar estabilidad al conjunto de la cartera.
• 30 % – 40 % en renta variable diversificadaPreferiblemente global, como índices tipo MSCI World, que actúan como motor de crecimiento a largo plazo.
• 10 % – 20 % en oroComo activo de protección y diversificación, especialmente en escenarios de incertidumbre.
• 5 % – 10 % en inversión inmobiliariaComo activo real, bien gestionado y sin concentrar un exceso de riesgo.
• El resto en cuentas de ahorro y depósitos a más largo plazo,para mantener seguridad, liquidez estructural y tranquilidad financiera.

“Cuentas de ahorro, depósitos y fondos monetarios ofrecen una rentabilidad modesta, pero sin sustos ni volatilidad”

Alfredo Barandiarán

P. ¿Por qué sería buena idea invertir en cuentas de ahorro, depósitos y fondos monetarios?

R: Aportan la tranquilidad y la estabilidad que necesitas justo después de ganar el premio. Te dan liquidez inmediata, puedes sacar el dinero cuando quieras y reduces el riesgo de cometer locuras. Ofrecen una rentabilidad modesta, pero sin sustos ni volatilidad.

P: ¿Debería ser nuestra inversión principal?

R: A largo plazo, es muy difícil que batan a la inflación. Son una base defensiva excelente, pero no el motor que hará crecer tu patrimonio.

P: ¿Hay que invertir en renta variable?

R: Es el activo que mayor rentabilidad histórica ha ofrecido a largo plazo. Es la clave para batir la inflación de forma consistente y hacer crecer el premio con el paso del tiempo. Bien diversificada (por ejemplo, a través de índices globales), reduce riesgos específicos de empresas concretas.

P: ¿Qué hay que saber antes de invertir en renta variable? ¿Por qué no hay que hacerlo sin preparación?

R: Tiene alta volatilidad. Puede haber años muy malos, con caídas del 20% o más. Requiere paciencia, disciplina y, sobre todo, entender que el mercado no es una línea recta. Si te asustas y vendes cuando baja, pierdes.

P: ¿Hay que invertir en oro?

R: Actúa como protección en momentos de crisis o incertidumbre. Reduce la volatilidad global de la cartera y como activo real nos puede proteger también frente a la inflación.

P: Pero entiendo que no hay que hacerlo en exceso…

R: No genera rentas pasivas ni dividendos. Es un activo de protección y diversificación, no uno de crecimiento como la Bolsa. Es un buen seguro, no tu inversión principal para maximizar rentabilidad.

“La inversión inmobiliaria es el activo que más sufre cuando todo va mal”

Alfredo Barandiarán

P: ¿Y la inversión inmobiliaria? ¿Qué hay que tener en cuenta?

R: Es un activo real, tangible. Puede generar rentas periódicas (alquileres) y suele crecer cuando el ciclo económico es favorable. Sin embargo, hay que tener cautela. Es el activo que más sufre cuando todo va mal. Tiene muy poca liquidez (vender una casa no se hace en un día) y requiere gestión activa, pagar impuestos y mantenimiento. Puede concentrar demasiado riesgo si pones todos los huevos en la misma cesta. Funciona bien como complemento, pero no debería ser la única apuesta.

P: Si invertimos bien el premio, qué rentabilidad anual podríamos sacar al año.

R: Siempre dependerá del riesgo que queramos asumir en nuestra inversión. Si invertimos en una cartera bien diversificada y con un riesgo equilibrado, sería razonable esperar una rentabilidad anual de 5%-7% de media aunque asumiendo más riesgo se podría conseguir una mayor rentabilidad. El largo plazo es un factor fundamental a la hora de realizar inversiones y estimar rentabilidades esperadas.

P. Puede que el premio le toque a una persona con poca cultura financiera. ¿Qué debería hacer? ¿Broker, asesor, banca privada?

R: Cuando una persona recibe una gran cantidad de dinero sin experiencia financiera, lo más importante es no gestionarlo en solitario. En estos casos, contar con un profesional cualificado no es una opción, es una necesidad.

Lo primero es entender las opciones. La Banca Privada es el camino más natural. Los grandes bancos tienen divisiones específicas para patrimonios elevados que ofrecen un trato que no tiene nada que ver con la ventanilla de la oficina de tu barrio. Mi recomendación es no casarse con el primero: hay que visitar tres o cuatro bancos importantes, escuchar qué proponen y comparar. No busques la propuesta más sofisticada o la que use palabras más raras, busca la que sea más coherente con lo que tú necesitas.

Otra alternativa muy potente son los asesores financieros independientes. El banco suele venderte sus propios productos, mientras que un asesor independiente te cobra por su consejo y puede elegir lo mejor de todo el mercado sin conflictos de interés. Al igual que con el banco, reúnete con varios y mira cómo trabajan antes de decidir.

El bróker es una herramienta excelente, pero es eso: una herramienta. Es el coche, no el piloto. Para alguien que no tiene cultura financiera, un broker no sustituye al asesoramiento. Puede ser muy útil más adelante, cuando ya tengas una estrategia definida y sepas qué comprar, pero nunca debería ser tu primer paso.

P. ¿Recomiendas que la persona agraciada vaya al banco para que le gestionen la inversión del premio?

R: Más que ir al banco en general, la recomendación sería acudir a profesionales en inversión. Los bancos tienen su banca privada pero también puedes acudir a asesores independientes para que te ayuden a desarrollar una estrategia según tu perfil de riesgo y los objetivos que quieras lograr.

“Si somos honestos y realistas, doblar o triplicar un gran premio es extremadamente difícil"

Alfredo Barandiarán

P. Hay analistas que dicen que se puede doblar o triplicar el premio si se gestiona bien. ¿Es cierto?

R: Si somos honestos y realistas, doblar o triplicar un gran premio es extremadamente difícil y, en la mayoría de los casos, casi imposible sin asumir riesgos muy elevados.

Es importante decirlo claramente: en esta vida nadie regala nada. Para ponerlo en contexto: hoy, el tipo de interés del BCE está en torno al 2 %, que es la referencia de rentabilidad sin riesgo. Cualquier producto que ofrezca más que eso ya implica asumir riesgo. Si alguien plantea doblar un capital, el riesgo que hay detrás es muy elevado.

Cuanto mayor es la promesa de rentabilidad, mayor es la probabilidad de pérdida.

Doblar o triplicar podría llegar con el paso de muchos años, pero no debe ser el objetivo ni la expectativa.

“La rentabilidad no es inmediata. A un 8% anual tardaríamos 9 años en doblar lo invertido”

Alfredo Barandiarán

P. ¿Cuánto tarda en llegar la rentabilidad? ¿Hay que dejar claro que la rentabilidad tarda en llegar?

R: Sí, hay que dejarlo muy claro. La rentabilidad no es inmediata y, en inversión, el tiempo es un factor tan importante como el propio activo. Para poner un ejemplo sencillo: si invirtiéramos todo el dinero en renta variable y obtuviéramos una rentabilidad media del 8 % anual, que es lo que ha hecho la renta variable global en los últimos años, tardaríamos aproximadamente 9 años en doblar lo invertido. Este cálculo es matemático, no una promesa.

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