Watertok, el peligroso reto viral para los dientes
Miles de usuarios se graban añadiendo jarabes con azúcar o polvos colorantes al agua para darle sabor, pero los expertos advierten de que estos productos puede causar grandes problemas bucales a largo plazo.
El agua es, sin ninguna duda, la bebida más sana que existe. El problema es que no sabe a nada. Por eso, a los más golosos siempre les cuesta un poco más mantenerse hidratados y se terminan decantando por refrescos u otro tipo de líquidos. Esto puede parecer inofensivo, pero el consenso científico señala que no lo es en absoluto. Le guste a uno el agua o no, lo innegable es que todos los seres humanos la necesitan para vivir. El cuerpo no puede funcionar sin este elemento.
Aún así, son muchos los que se resisten a aceptar esta verdad. Ya decían los vaqueros de las pelis eso de que los tipos duros no beben agua. Claro que, en su caso, optaban por humedecerse la boca con bebidas alcohólicas de alta graduación que terminan por machacar el hígado. Pero esta animadversión acuática no es exclusiva de los pistoleros del viejo oeste. Cada vez más, la gente busca divertir al paladar con cosas alternativas que, sin embargo, no aportan ni de lejos todo lo que necesita la intrincada anatomía humana.
El último exponente de esta preocupante tendencia es el reto viral de TikTok “Watertok”. La premisa es bastante sencilla. El agua es aburrida, así que hay que hacerla de colores. Miles de usuarios, en su mayoría gente joven, se graba añadiendo a su vaso de agua unos polvos colorantes o unos jarabes azucarados que, además de pigmentar el líquido, les da un sabor dulzón. No pasa nada por hacer esto una o dos veces. O incluso de vez en cuando, en un fin de semana en el que se sienta uno disfrutón. El problema es convertirlo en un hábito.
Problemas a largo plazo
Por muy terco que se sea, no se puede luchar contra la biología. El líquido que mejor recibe el cuerpo es el agua. Agua transparente. Agua sin nada. ¿Es esto aburrido? Pues puede que sí. Pero ya hay muchas otras áreas de la vida en las que buscar el entretenimiento. No todo tiene que ser una montaña rusa emocional o una experiencia trascendental. A veces solo hay que sentarse a beber un anodino y taciturno vaso de agua. El premio es no morir deshidratado, así que parece un trato justo.
Los expertos han alertado repetidamente de los muchos peligros que desentrañan estos polvitos. Aunque tampoco hace falta ser científico para sospechar que beber agua verde siete veces al día no es una gran decisión. Lo mismo es cierto para los jarabes, cuyo alto contenido en azúcar puede provocar caries y, en unos años, acabar destrozando la boca. Y no solo destrozándola, sino también decolorándola. Son palmarios los efectos corrosivos.
Tampoco es cuestión de ser puritano. Nadie se va a morir por echarle unos polvitos al agua. Pero, tal y como insisten los que saben -que son los que deben ser escuchados- esto no puede ser una cosa habitual. La salud bucal no es cosa menor y, aunque a veces sea complicado pensar a largo plazo, la evidencia señala que hay que hacer el esfuerzo porque los problemas de salud pueden acabar siendo graves.