Una septuagenaria atrapada en su bañera durante seis días sobrevive bebiendo agua
En la periferia marsellesa, una anciana se resbaló en la ducha y no pudo levantarse debido a una previa lesión de cadera. Fue encontrada gracias a la llamada de su hijo a los bomberos.
A veces, gestos o movimientos muy sencillos pueden provocar una verdadera tragedia. O casi provocarla. Estos le ha ocurrido a una mujer de 70 años en Martigues, localidad marsellesa al sur de Francia, cuando se resbaló mientras se duchaba y quedó atrapada seis días sin poder levantarse. La dramática situación fue descubierta gracias a la acción de su hijo, quien, al no recibir noticias de ella, alertó a los vecinos y a los servicios de emergencia.
La incapacidad de la septuagenaria para poder incorporarse se debía a que esta padecía una considerable lesión de cadera. De hecho, según los rescatistas, la ducha que se estaba dando era para prepararse para ir al hospital para ser operada de dicha afección. Durante seis días, permaneció postrada en la bañera, sobreviviendo como pudo a base del agua que podía beber del grifo.
Los bomberos de Martigues, tras recibir la alerta, se desplazaron hasta la vivienda y, al no obtener respuesta, derribaron la puerta. En el interior encontraron a la mujer debilitada, pero afortunadamente consciente. Tras ser trasladada al hospital, se confirmó que estaba fuera de peligro y en proceso de recuperación.
Un peligro inadvertido: las caídas de las personas mayores en la ducha
Este incidente pone de manifiesto un problema grave y frecuente, que a menudo pasa desapercibido: las caídas en el baño, especialmente entre los adultos mayores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 66% de los accidentes domésticos en personas de la tercera edad son caídas en el baño. Además, los resbalones o tropiezos son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales, con más de 600.000 fallecimientos anuales.
El peligro se agrava en ancianos que viven solos. En España, por ejemplo, más de dos millones de personas mayores de 65 años residen sin compañía, lo que las deja en situación de vulnerabilidad si sufren un accidente. Se estima que un 50% de los octogenarios y un 33% del resto de franjas de edad avanzada experimentan al menos una caída doméstica al año. Además, este tipo de incidentes representa el 70% de las muertes en personas mayores de 75 años.
Con estos datos y testimonios sobre la mesa, cabe replantear y abordar la prevención y seguridad en el hogar para este colectivo. El uso de alfombrillas antideslizantes, barras de apoyo en la ducha y bañeras adaptadas son algunas de las medidas que pueden reducir el riesgo de caídas. Cualquier soporte es verdaderamente útil para evitar que un simple resbalón se convierta en una tragedia.
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