Una niña de 11 años inventó en 2014 una taza única para su abuelo enfermo de Parkinson: ahora es millonaria y empresaria de éxito

Nietos y abuelos, una relación que es difícil de explicar con palabras, puro amor del que solo se desprenden buenos sentimientos, y que en muchos casos ayuda a generar un caracter y personalidad, del que solo pueden salir cosas buenas. Ese es el caso de Lily, una niña de 11 años que ideó un invento para ayudar a su abuelo, que padecía la enfermedad de Parkinson y solía derramar sus bebidas con frecuencia.

¿Cuál fue la idea de Lily? Un vaso de plástico que no se volcaba y era cómodo. Una invención que creó utilizando plástico moldeable, y tras un tiempo, terminó fabricando una versión de cerámica en un taller de alfarería local.

Un invento de enorme utilidad que ha conseguido triunfar

El padre de Lily utilizó su invento durante un tiempo, y al darse cuenta de lo fantástico que era, le preguntó si deseaba ponerlo en producción. Una aventura que les hizo trabajar codo a codo y les llevó hasta Jingdezhen, una ciudad en China dentro de la provincia de Jiangxi que es conocida como la Capital porcelana. Un lugar en el que pudieron perfeccionar los modelos, así como encontrar un fabricante y prepararse para la producción en serie de estas tazas.

Kangaroo Cup terminó convirtiéndose en una realidad, una taza con asas cómodas y que cumple su cometido. Lily es todo un modelo a seguir para los niños de todo el mundo, una inspiración para creadores de todas las edades que, con el objetivo de ayudar a un familiar cercano, terminó creando un objeto de enorme utilidad que ahora triunfa buscando ser la taza perfecta.

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