Una mujer abandona la ‘vida moderna’ y decide irse con su familia a una cueva: “Las serpientes son nuestras amigas”

Una mujer rusa de 40 años, Nina Kutina, y sus dos hijas, de 4 y 6 años, fueron halladas viviendo en una cueva en un bosque cerca de la ciudad costera de Gokarna, en el estado indio de Karnataka. La policía descubrió a la familia el 9 de julio durante una patrulla rutinaria, tras notar una cortina roja de sari (vestimenta larga típica de India) colgada entre los árboles, que ocultaba la entrada al refugio improvisado.

Kutina se trasladó a la cueva para meditar y vivir alejada de la sociedad urbana, buscando un entorno más natural y tranquilo. Durante su estancia, la familia cocinaba con fuego o una pequeña estufa de gas, dormía sobre esteras de plástico y se bañaba en cascadas cercanas. La mujer aseguró que los animales y serpientes eran sus amigos, mientras que consideraba a los humanos como un peligro potencial.

Kutina ya había vivido varias experiencias en India. Llegó por primera vez en 2016, pero fue deportada en 2018 por exceder el plazo de su visado. Regresó en 2020 y desde entonces permaneció en el país de manera irregular. Según explicó, la muerte de su hijo mayor en 2024 influyó en su decisión de aislarse junto a sus hijas.

Tras el hallazgo, las autoridades trasladaron a la familia a un centro de acogida mientras se analizaba la situación legal de la mujer. El padre de las niñas, un ciudadano israelí llamado Dror Goldstein, presentó una demanda de custodia compartida, buscando garantizar su contacto con las menores y su protección.

Esta historia ha llamado la atención por la singularidad de la vida que llevaba la familia, completamente aislada en la naturaleza, y plantea interrogantes sobre la protección de menores en situaciones de aislamiento voluntario.

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