Una española se muda con una familia a Estados Unidos y deja claro lo que nunca puede hacer: “La puerta debe permanecer abierta”

Cada verano, miles de españoles cogen un avión para vivir una experiencia fuera de nuestras fronteras. Un tiempo en el que vivir temporalmente con una familia de acogida a cambio de pequeños trabajos de la casa, lo que se conoce como au pair, en el que se busca crecer personalmente, vivir la experiencia y mejorar el idioma de país en el que se realice.

Un cambio que puede traer muchas diferencias respecto a lo que uno conoce, especialmente en lo relativo a costumbres y normas de convivencia. Ya sea la participación en las tareas domésticas o la hora de llegar a casa, muchos son los hábitos que pueden sorprender a una persona en un país que no es el suyo. Un hecho que refrenda una española viviendo en Estados Unidos (@luciia.en.usa).

A través de diferentes vídeos, esta estudiante de intercambio cuenta su día a día en el país norteamericano. En su casa de acogida, cuenta, tiene tantas normas que cumplir que le ocupan “tres folios”. Lo primero a lo que hace referencia es a las cenas, que siempre que los horarios lo permitan se hacen entre las seis y las siete de la tarde. Mucho más pronto de lo que se hace en España. En cuanto a las comidas, el uso del móvil está totalmente prohibido y, al finalizar, todos los de la casa se turnan para poner y quitar el lavavajillas.

Normas de salidas de casa y fiestas

Las normas son más estrictas en lo que se refiere a la presencia de chicos en la habitación. Según explica, pueden pasar, pero siempre que haya un adulto en casa y la puerta esté abierta en todo momento. Y respecto a las salidas, entre semana debe regresar a casa las 10 de la noche y los fines de semana, máximo a medianoche. Debe, además, informar de dónde está, con quién y cuándo regresará.

Tampoco hay espacio para el alcohol o las drogas: totalmente prohibido. Y si está en una fiesta donde hay, debe irse de allí. “Como me pillen, estoy muerta”. Otra cosa que tiene prohibida es entrar a la casa con zapatos, puesto que los tiene que dejar a la entrada de la misma.

Por último, la limpieza y el orden de las zonas comunes corresponde a todos los miembros de la familia, mientras que ella debe encargarse de mantener limpio su cuarto. Dejando a un lado estas normas, sus anfitriones le animan a que se integre en la vida familiar, participando en los planes como si fuera una más de la familia.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí