Una española en Noruega señala una ventaja que ve en el trabajo: “Es perfecto”

Uno de los asuntos que se lleva tratando en el Gobierno de España desde los últimos meses es la reducción de la jornada laboral este año. En una primera fase, se pretendía que fuese de 38,5 horas semanales, para después reducirla en una segunda a 37,5 horas a la semana. Aunque se trata de una medida que sigue negociándose, la realidad es que cuenta con partidarios y detractores que consideran las posibles consecuencias que podría tener.

Aunque esto pueda parecer algo complejo, la realidad es que ya existen algunos países en los que la jornada es de menos de 40 horas a la semana. Así lo muestra la usuaria llamada Carla en Noruega a través de su cuenta de TikTok (@carlanebulosa). En uno de sus últimos posts, cuenta que la semana laboral estándar de Noruega es de 37,5 horas a la semana.

“La mayoría de los noruegos tienen mi horario de trabajo perfecto, de 8 a.m a 4 p.m, porque les da tiempo de sobra para hacer actividades por la tarde y pasar tiempo con la familia”, afirma la tiktoker. Añade, además, que Noruega tiene una fuerte cultura de equilibrio entre la vida laboral y personal. Uno de los ejemplos que subrayan esto son las bajas de paternidad: “Noruega ofrece una de las bajas por paternidad más generosas del mundo: hasta 46 semanas de pago completo para ambos padres”, afirma Carla.

De hecho, numerosas personas emigran hacia este tipo de países en busca de oportunidades laborales más favorables. Según la ONU, la mayor parte de los españoles emigrados en el pasado 2020 se dirigieron a Francia, Alemania y Reino Unido. No obstante, también los países nórdicos como Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia han acogido a varios miles de españoles en busca de un futuro mejor.

Partidarios y detractores de una jornada laboral más reducida

Para algunos expertos, la reducción de la jornada laboral podría contraer gran cantidad de beneficios en los trabajadores, que podría traducirse en un mayor rendimiento para la empresa. Mejoras en la salud física y mental de las personas, aumento de la concentración y motivación de los empleados e, incluso, el fomento del empleo, ya que algunas empresas podrían necesitar más mano de obra.

No obstante, para otros su visión es algo más pesimista. Las pequeñas y medianas empresas podrían enfrentarse a costes adicionales, con el consecuente aumento de productos y/o servicios que ofrece. Además, tendrían que adaptarse y flexibilizar basándose en este nuevo horario, lo que implica un determinado tiempo y recursos. De cara a la competencia internacional, esto podría resultar negativo con competidores con horarios más largos.

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