Una empresa de Groenlandia vende hielo de glaciar a bares de Emiratos Árabes

Si tomar un cóctel en un rascacielos de Dubái ya es de por sí una experiencia utópica y digna del recuerdo, ahora el país da el siguiente paso para mejorar al máximo el caché de sus bebidas. Algunos bares exclusivos de Emiratos Árabes utilizan hielo procedente de los glaciares de Groenlandia para aportar cierta emoción internacional a los cócteles y llamar así la atención de todo tipo de turistas.

Esta nueva moda entre las altas esferas árabes es posible gracias a la acción de Arctic Ice, una empresa de Groenlandia que se dedica a recoger el hielo que se desprende de los icebergs. Se trata de hielo que ha sido desprendido de glaciares antiguos y que posteriormente es enviado en barco a los Emiratos Árabes Unidos a través de Dinamarca.

En Groenlandia, utilizar esta fuente de agua dulce es una práctica común. Varias empresas lo han convertido en su negocio, mientras que otras lo han intentado exportar sin éxito. Según la web de Arctic Ice, su hielo es “el más puro del mundo” y procede de glaciares naturales que llevan más de 100.000 años congelados.

Hielo muy exclusivo y particular

La empresa asegura que las capas de hielo que se comercializan no han estado “en contacto con ningún suelo ni han sido alteradas por agentes contaminantes frutos de la actividad humana”. Esto dota al hielo de unas características únicas que aumentan su exclusividad y su atracción por parte de los turistas.

Según asegura el cofundador de la empresa, Malik V. Rasmussen, en unas declaraciones recogidas por The Guardian, el hielo carece de burbujas porque ha sido comprimido durante milenios. Esto hace que se derrita más lento que un hielo normal, lo cual asegura que los cócteles conserven mejor el frío. Además, asegura que es más puro que el agua mineral congelada que se suele utilizar en Dubái.

¿Es respetuoso con el medio ambiente?

Aunque Arctic Ice asegura que su hielo es respetuoso con el medio ambiente y que, además, tiene un valor social, lo cierto es que esta práctica ha levantado diversas críticas en todo el mundo. En un contexto donde los efectos del cambio climático y el calentamiento global no paran de aumentar con el paso de los días, este uso del hielo no ha sido bien acogido entre los activistas del medio ambiente.

La glacióloga francesa Heïdi Sevestre asegura que, a pesar de que la empresa recoga el hielo de la forma más cuidadosa posible, el verdadero problema de esta práctica está en su exportación. Cree que no es motivo suficiente para enviarlo a Dubái, a más de 7.000 kilómetros de distancia. “Esto sólo puede ser perjudicial para el medio ambiente, aunque la empresa se esfuerza mucho en compensar su huella de carbono en la medida de lo posible”, afirma en declaraciones recogidas por el medio francés RFI.

“El Ártico se está calentando precisamente debido a la quema de combustibles fósiles, a veces con el fin de enviar mercancías al otro lado del planeta”, indica la experta mientras cuestiona el envío de hielo a miles de kilómetros en barcos frigoríficos para emplearlo en meros cócteles.