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CONFLICTOS INTERNACIONALES

Una de las liberadas por Hamás critica a Israel y cuenta vivir “un infierno”

“El gobierno israelí gastó miles de millones en la valla fronteriza, pero no hizo nada para impedir que Hamás la atravesara”, afirma Yocheved Lifschitz tras ser liberada.

Actualizado a
Fuente: EFE/EPA/ABIR SULTAN

Yocheved Lifschitz, una de las rehenes liberadas en la madrugada de este martes por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha indicado que “parece estar bien” y que “quiere dar información” sobre la situación de otros rehenes en la Franja de Gaza. A sus 85 años, esta israelí se vio obligada a dejar su hogar cuando un grupo de paramilitares de Hamás irrumpieron en su comuna y secuestraron a sus habitantes.

Ahora, la anciana se encuentra en el hospital de Tel Aviv desde donde se recupera de las lesiones sufridas mientras estaba retenida. “He pasado por un infierno”, ha reconocido en una rueda de prensa junto a su hija Sharone, donde ha explicado que el día de su secuestro fue golpeada con palos hasta el punto de tener dificultades para respirar.

Según ha contado en su comparecencia, fue secuestrada en moto pero tuvo que caminar durante varios kilómetros sobre suelo mojado hasta llegar a una “enorme red” de túneles subterráneos controlados por Hamás que le recordaban a la “tela de una araña”, según recoge la BBC. Durante el trayecto, los secuestradores le robaron el reloj y las joyas y, a pesar de los moratones causados, le aseguraron que no le harían daño porque “creían en el Corán”.

“Nos trataron bien”

Pese al infierno que supuso el secuestro, Yocheved asegura que durante el cautiverio estuvieron bien cuidadas. “Nos trataron bien”, afirma mientras explica que un médico visitaba a los rehenes cada dos o tres días y les daba medicamentos. Asegura que sus necesidades siempre estaban cubiertas, y que dormían en una habitación limpia con colchones en el suelo.

Durante su estancia en los túneles, los rehenes comían lo mismo que sus captores: pita con queso de crema, queso derretido y pepinos. “Fueron amables con nosotros y cuidaron de nuestras necesidades”, respondió al ser consultada por qué le dio la mano a un combatiente al ser liberada, a quien describió junto a sus compañeros como amigables y corteses.

Crítica al gobierno de Netanyahu

“El gobierno israelí gastó miles de millones en la valla fronteriza, pero no hizo nada para impedir que Hamás la atravesara”, lamentó Yocheved durante su comparecencia. Crítica al gobierno de Netanyahu por no haber sido capaz de frenar la entrada de la organización islamista en el territorio israelí.

Ahora, la mujer asegura estar muy lúcida y dispuesta a compartir toda información que sea necesaria a las familias de otros rehenes con los que ella ha estado. Asegura que su guerra no habrá terminado hasta que todos los raptados hayan vuelto a sus hogares.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netayahu, ha ignorado estas declaraciones y se ha pronunciado públicamente para agradecer a Egipto su ayuda y al Comité Internacional de la Cruz Roja por “su importante función, que salva vidas”.

Hamás liberó el lunes a Lifshitz y Nurit Cooper, ambas residentes en el kibutz de Nir Oz, quienes fueron trasladadas a un hospital en Israel. Las Brigadas Ezzeldín al Qassam informaron que la liberación se había producido por “motivos de fuerza mayor” y motivos de “enfermedad” de las dos mujeres, según dijo su portavoz Abú Obeida.