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HOSTELERÍA

Una camarera recibe una propina de 9.200 euros y es despedida

El motivo no es otro más que la polémica que se generó en su equipo de trabajo por el injusto reparto de la propina. Y eso no es lo peor: la han amenazado con demandarla tras exponer su caso en redes sociales.

Una camarera recibe una propina de 9.200 euros y es despedida
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Surrealista suceso en un restaurante de Michigan (Estados Unidos). Una camarera, la cual hace varios días recibió una propina de 10.000 dólares (9.251,25 euros) gracias a una cuenta de 32 dólares (29,60 euros), ha sido despedida por su jefe tras la polémica en la que derivó la noticia.

¿El motivo? Está claro: la controversia que se ha generado en su equipo de trabajo por el injusto reparto del dinero. El mandatario del establecimiento, en cambio, ha opinado que ha aportado una parte proporcional a todos ellos, sin hacer distinciones.

Los hechos

Los hechos, tal y como explica ‘The Guardian’, se remontan al pasado 5 de febrero en una mesa del Mason Jar Café en la comunidad de Benton Harbor, situada en el oeste de Michigan. Y es que un cliente quiso rendir homenaje a un amigo recientemente fallecido.

A medida que la noticia saltó a la luz, cada día había más compañeros de trabajo que buscaban una parte de la propina que recibió Linsey Huff. Y no es para menos: un pellizco de tal calibre podía solucionar el mes a muchos de los camareros del local.

Despido y amenazas

La historia derivó en su despido del Mason Jar Café, así como en amenazas de los propietarios de demandarla, ya que ella habló de su despido en las redes sociales y se viralizó en cuestión de minutos, algo que suele ser habitual en los últimos años.

Jennifer McManus, su abogada, argumentó al citado medio que este episodio ilustra la disparidad de poder entre los responsables de la industria de servicios alimentarios de Estados Unidos y los trabajadores de base que emplean.

Desenlace final

Después de que Huff y siete de sus compañeros camareros dividieran la propina en partes iguales, recibiendo 1.200 dólares (1110,50 euros) cada uno, los empleados de cocina se sintieron injustamente excluidos de la ganancia y se enfadaron.

Es por ello que Huff acudió a sus gerentes para informarles sobre el descontento que se estaba gestando. Tras querer saber los nombres de las personas que se estaban sintiendo así y ella negarse a exponer a sus compañeros públicamente, se tomó la decisión de despedirla.

Y eso no es lo peor: a los pocos días Huff recibió una llamada telefónica del jefe de un restaurante diciéndole que Mason Jar había contratado abogados que presentarían una demanda contra ella si no retiraba su publicación. Algo que fue suficiente para que la retirase, a pesar de que documentaba con sinceridad que había sido despedida.

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