Un prestigioso oncólogo español reivindica el modelo sueco contra el tabaquismo y critica la nueva ley antitabaco de Sanidad: “Es un error”
Fernando Bueno se ha mostrado reacio a la prohibición “de facto” de los sabores y la reducción hasta el mínimo de los niveles de nicotina de productos sucedáneos del tabaco.

España se encuentra entre los 10 países con más fumadores de Europa. Con una tasa de 1,3 puntos mayor que la media, la administración presentó en 2024 el Plan Integral de Tabaquismo que tiene como objetivo reducir el consumo de tabaco entre la población. Un proyecto que, sin embargo, tiene algunos fallos.
Así lo ha defendido el oncólogo del Hospital Gómez Ulla, Fernando Fernández Bueno. El experto ha sido ponente en la jornada Avances en la lucha tabáquica: España vs experiencias internacionales, organizado por la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, y ha reflexionado sobre la viabilidad del nuevo plan antitabaco de España.
Si bien Fernando admite que la administración hace bien en establecer la lucha contra el tabaco como una de sus prioridades, el reputado oncólogo se ha mostrado reacio con el nuevo Real Decreto, que prohíbe los sabores y reduce hasta el mínimo los niveles de nicotina de los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina.
“Esta prohibición de facto es un grave error en términos de salud, ya que la ciencia ha demostrado que ambos productos son sustancialmente menos dañinos, y contribuyen a la cesación tabáquica”, ha defendido el experto.
Respaldado por la experiencia internacional de otros países en su lucha contra el tabaco, Fernando ha asegurado que tanto los cigarrillos electrónicos como las bolsas de nicotina pueden ser muy beneficiosas para conseguir que los fumadores abandonen el hábito, y que se han restringido en España sin antes realizar un estudio que lo avale.
“[Ambos productos ofrecen] a los fumadores adultos una vía de escape menos dañina que fumar cigarrillos, tal y como han puesto de manifiesto las experiencias internacionales”, defiende Fernando en su intervención.
La postura del oncólogo se ha visto respaldada por el psicólogo clínico Karl Fagerström, quien, durante su ponencia, ha asegurado que “España no ha hecho ningún avance en la lucha contra el tabaquismo”, y ha señalado que la prohibición de los sabores y la limitación de la nicotina no va a impedir que continue creciendo la tasa de fumadores.
En la misma línea, el cardiólogo e investigador griego, Konstantinos Farsalinos, ha afirmado que la prohibición no hará que estos productos dejen de consumirse, sino que solo servirá para impulsar el mercado negro.
Modelo sueco
Tanto Fernando como Fagerström y Farsalinos han puesto en valor la política antitabaco de Suecia, que permite el uso de productos derivados del tabaco, como los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina, y que ha conseguido reducir la tasa de fumadores hasta el 4,5%, de acuerdo con los datos sanitarios oficiales.
Así mismo, el empleo de sucedáneos ha incidido muy positivamente en la reducción de enfermedades derivadas del tabaco. Un informe de la organización Smoke-Free Sweden del año 2024 ha demostrado que el país registra un 41% menos de incidencia de cáncer de pulmón, y menos de la mitad de las muertes por fumar.
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