Un nuevo estudio no descarta el origen de la COVID en un laboratorio
Los investigadores han empleado una herramienta de análisis de riesgos preparada para diferenciar epidemias naturales y no naturales. Pese a no probar el origen del SARS-CoV-2, los expertos no descartan su origen en un laboratorio.
Ya han pasado cuatro años desde que la COVID-19 cambió nuestras vidas y provocó que toda la población se tuviese que quedar en sus casas aislados del resto de las personas debido a la alta mortalidad que presentaba el virus. A día de hoy, parece que la pandemia y el confinamiento ya se han quedado en el pasado pese a los aún presentes casos que hay. Pero lo que aún desconocen, tanto muchos científicos como gran parte de la población mundial, es el origen del coronavirus.
Las primeras teorías y estudios científicos señalaban que el origen de esta enfermedad podía provenir de los animales, concretamente de los murciélagos. Pero esta teoría, de un origen zoonótico, no ha calado en gran parte de las personas debido a la falta de pruebas concluyentes. Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y publicado recientemente en la revista “Risk Analysis”, sugiere que el origen del COVID-19 podría no ser natural. De esta forma, aún se mantiene la teoría de que el virus surgió de un laboratorio.
Posible origen no natural
Para determinar dicha conclusión, los investigadores recurrieron al uso de una herramienta de análisis de riesgos preparada para diferenciar epidemias naturales y no naturales, la herramienta de evaluación Grunow-Finke modificada (mGFT), para estudiar el origen del COVID-19. El estudio señala que la evaluación de riesgos no puede demostrar el origen específico del virus, pero muestra que no se puede descartar fácilmente la posibilidad de un origen de laboratorio.
A la hora de emplear el análisis de riesgos, este sistema establece 11 criterios para proporcionar una probabilidad de origen natural o no natural. Gracias a diversas fuentes de información, los investigadores lograron aplicar la herramienta mGFT al origen del SARS-CoV-2.
El resultado del análisis finalizó con una valoración de 41/60 puntos (68%), con una alta confiabilidad entre evaluadores (100%), lo que indica una mayor probabilidad de un origen no natural que natural del SARS-CoV-2. Sin embargo, los investigadores señalan que este estudio no puede probar el origen del SARS-CoV-2, pero busca mostrar que no se puede descartar fácilmente la posibilidad de un origen de laboratorio o artificial.