Un ladrón de ‘medio pelo’ robó la Mona Lisa en 1911: apareció dos años después y un siglo después nadie sabe por qué lo hizo

El Museo del Louvre en París es el más visitado del planeta, y recientemente ha sido noticia por el robo que sufrió a plena luz del día, con los ladrones llevándose varias piezas en la galería Apolo, donde se guardan joyas de la corona francesa de un valor incalculable. Un hurto que ha cogido a todos por sorpresa, pero no es la primera vez que el Louvre sufre algo similar.

Tenemos que retroceder a agosto de 1911, y es que hace más de un siglo, un ladrón que no destacaba por su ingenio decidió entrar al museo un día que estaba cerrado. ¿Qué tramaba? Robar la Mona Lisa, y lo logró, con la sorpresa de que nadie se dio cuenta de ello hasta el día siguiente. Un escándalo que provocó el cierre del Louvre durante toda una semana.

Un robo que catapultó la fama de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci

Dos años, hasta el 10 de diciembre de 1913 no fue recuperada la obra de Leonardo da Vinci. El ladrón, un italiano de nombre Vincenzo Peruggia, fue atrapado cuando entregó la pintura a Alfredo Geri, un anticuario florentino. ¿Cuál fue el motivo? Muchos pueden pensar que por lo significativo que resulta el cuadro, pero en aquella época la Mona Lisa no era todavía una de las obras más populares del planeta, y es que, curiosamente, lo que impulsó su fama fue el robo.

Un delito del que se hicieron eco medios internacionales, con una cobertura extensa durante el tiempo que estuvo perdida. Una obra que no había visto mucha gente, y que a partir de ese momento fue enormemente popular, convirtiendo a Lisa Gherardini en toda una celebridad.

El robo realizado por Vincenzo Peruggia no fue nada espectacular, y es que el museo tenía un sistema de seguridad dudoso que el ladrón aprovechó. Peruggia trabajó en el museo en 1910 e instaló la puerta de vidrio que protegía el famoso cuadro, y seguía siendo poseedor del uniforme que los empleados del museo usaban. El motivo para llevarse a la Mona Lisa se desconoce, y es que la realidad es que continúa siendo un misterio en la actualidad. No era un ladrón especializado ni un conocedor de arte, y por su delito acabó siendo condenado a un año y 15 días de cárcel.

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