Un jubilado vende su joya más preciada por 21.000 euros y acaba robándola seis meses después: se quedó con un juego de llaves para hacerlo

Lo que empezó como una compraventa aparentemente normal terminó convirtiéndose en un robo tan insólito como surrealista. En junio de 2024, un jubilado suizo de 81 años, residente en la ciudad de Basilea, tomó la difícil decisión de desprenderse de su coche más preciado: un Mercedes SL 350. Tras un tiempo negociando, el vehículo terminó siendo vendido por 20.000 francos suizos (algo más de 21.000 euros) a un vecino de Therwil, en Bélgica.

Hasta aquí todo parecía ir sobre ruedas, se trataba de un buen negocio. No obstante, tal y como cuentan desde 20 Minutos, el anciano tenía un plan secreto: se había quedado con un juego de llaves del automóvil y no avisó al nuevo propietario. Seis meses después de la transacción, el octogenario viajó hasta Bélgica, localizó el domicilio del comprador y recuperó su querido Mercedes de la forma más natural posible. De esta forma, perpetró un crimen que dejó boquiabiertas a las autoridades.

Antes de regresar a su hogar, el anciano también cambió la matrícula, anuló la tarjeta de circulación e incluso llegó a declarar el coche como “fuera de circulación” para intentar desaparecer sin dejar ningún tipo de rastro. Y aunque durante un tiempo pareció que se había salido con la suya, la justicia no tardó en dar con él.

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El peso de la ley terminó cayendo sobre el anciano

El robo fue denunciado rápidamente y la investigación permitió localizar tanto al vehículo como a su ladrón en cuestión de unas pocas semanas. El caso terminó en los tribunales y el anciano fue condenado a dos años de prisión suspendida, junto a una sanción económica de 3.600 francos (unos 3.857€) y una multa adicional de 1.200 francos (1.286€).

De esta forma, lo que comenzó como una venta totalmente legal y muy respetuosa, terminó convirtiéndose en un robo planificado hasta el más mínimo detalle. Pero el octogenario no contaba con la eficaz actuación policial, la cual le ha costado volver a perder su queridísimo Mercedes y empañar los últimos años de su vida con un expediente que evidencia su mayor vergüenza.

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