Un ingeniero abandona su trabajo de 600.000 euros tras 20 años y explica por qué renunció a su cargo: “Disfruto del ritmo más rápido”

Jay Gengelbach, ingeniero de software de 41 años de Boulder, Colorado, residente en Canadá, tenía uno de esos trabajos en los que tienes un salario de seis cifras, estás super realizado, pero sólo trabajas. A Business Insider le ha contado por qué decidió renunciar y cambiar absolutamente de vida.

Cuando acabó la universidad entró a trabajar en Google, después de aproximadamente 12 años allí, se unió a Verily, también de la tecnológica Alphabet, durante seis años. Sí, mucho salario, mucha repercusión, pero... Había algo que no funcionaba bien.

“En Verily, llegué a ganar más de 600.000 euros, pero a mediados de 2024, tras sentirme insatisfecho con mi trabajo, decidí renunciar, aunque eso implicara un salario menor. Dar el salto me dio miedo, pero más de un año después de renunciar, el riesgo financiero y emocional está empezando a dar sus frutos”, ha contado.

“Google era un excelente lugar para trabajar. Teníamos beneficios increíbles, cápsulas para dormir y comida gratis. Era un lujo. Una vez, vi a empleados disfrutando de un almuerzo con temática luau, y ni siquiera era un día festivo especial. En al menos un par de ocasiones, la empresa repartió bonos navideños de 1.000 dólares en efectivo a sus empleados", añadía destacando unos beneficios que en otros lugares podrían indicar que pasas demasiado no, muchísimo tiempo en el trabajo.

“Aunque me encantaba Google como empresa, me sentí agotado e insatisfecho con mi puesto”, se encargaba del software que ayudaba a mantener el sitio web en funcionamiento. Antes de dar el paso de dejarlo todo, analizó donde estaba el origen: “He aprendido que tiendo a aburrirme después de hacer lo mismo durante unos cuatro años”.

Tras 2020, todo cambió: “La pandemia y un período de despidos fueron estresantes. Como gerente, tenía que motivar a mi gente, lo cual me resultó difícil. Ya no tenía amigos en el trabajo. No tener relaciones con compañeros me aislaba mucho”. Así que lo dejó. “Con el apoyo de mi esposa y mi terapeuta, renuncié a Verily a mediados de 2024. El mercado tecnológico no pintaba muy bien, pero tenía suficientes ahorros como para sentirme bien si me quedaba sin trabajo durante un año".

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El gran cambio llegó no sólo a nivel laboral, “quería irme de Estados Unidos, así que nos mudamos a Canadá en julio de 2025″, todo nuevo, vida, trabajo, casa, una nueva oportunidad de empezar laboralmente y con un proyecto motivante. “Me he dado cuenta de que el dinero no da la felicidad. Tengo un trabajo más satisfactorio y soy más feliz que cuando ganaba 700.000 dólares”, dijo el encargado ahora de construir infraestructura de alojamiento para sitios web.

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