Un hostelero responde a un cliente descontento: “Co... es aguantar a gente como tú”

El ingenio del ser humano promedio es inversamente proporcional a la relevancia de la situación en la que se encuentra. En la ducha todos somos Cary Grant, pero cuando el compañero de trabajo insoportable nos mira con esa mirada igualmente insoportable y nos pregunta, con su tono marcadamente insoportable, que de dónde venimos con esas pintas, entonces nuestra capacidad de respuesta se vuelve la del niño de 6 años que mira buscando a sus padres cuando un amigo le llama “tonto”. Las redes sociales han ayudado a paliar este defecto, quizás necesario, del ser humano, puesto que ahora podemos salir de la ducha y, aún desnudos, con los dedos mojando la pantalla al escribir, humillar al sujeto en cuestión con nuestras hábiles ocurrencias.

Y si antes, cuando proferíamos una de estas respuestas épicas, el único que nos respondía era nuestro ego felicitándonos por tan brillante contestación, ahora tenemos a un ejército de seguidores dispuestos a decir “menudo zasca” o “vuelve a por otra”. En caso de que esto no sea suficiente, también aparecerán los suficientes usuarios que, por el contrario, nos critiquen, nos difamen, desprecien nuestra postura, ampliando aún más las posibilidades de respuestas, de zascas, de exponer nuestra hiriente inventiva en el algoritmo de cualquier red social.

Ross como en casa

En los últimos días se ha viralizado el mensaje de un cliente de un restaurante de Tarragona y la posterior respuesta del dueño. El local se llama Ross como en casa “Un coñazo de sitio”, el cliente, indignado por haber tenido que esperar demasiado por un plato ha protestado en una reseña de Google. Pero escribir esto, sin más, no parece suficiente. Había que sacar a relucir algo de prosa, de literatura, alguna figura retórica que embelleciera y aportara “gancho” al mordaz mensaje, así que, aprovechando el nombre del local que, todo sea dicho, invita al juego de palabras, el usuario escribe: “Coñazo es esperar casi una hora por un plato que en casa se hace en 10 minutos”.

Buenas reviews

El hostelero, cuya establecimiento cuenta con un 4,5/5 de nota en reseñas de Google, vio que el juego de palabras había funcionado y no dudó utilizarlo para su favor, en una maniobra que se aprende desde pequeño con la forma: “y tú más” y que luego con la edad uno va perfeccionando y adaptando a cada contexto. Así que, ni corto ni perezoso, el dueño añade: “Coñazo es aguantar a tipos como tú”.

También hay que destacar de la respuesta el uso de emojis sonrientes y con la lengua fuera, que todos los que hemos participado en una disputa dialéctica digital podemos dar fe de su reconocida capacidad irritante. El usuario no ha tardado en continuar el sagaz intercambio de pareceres, añadiendo que “ojalá” mostraran la misma “celeridad atendiendo a las clientas que respondiendo a las críticas en redes sociales”.

Posturas de todo tipo

En caso de que usted también quiera formar parte de una de estas actividades modernas para entrenar la retórica, puede acceder al post de @soycamarero, que ha publicado ambos comentarios, y en las respuestas encontrará a numerosos usuarios dispuestos a defender una y otra posición.